El Govern de Quim Torra no esconde la perplejidad por las formas como la Moncloa ha hecho saber que el 21 de diciembre el Consejo de Ministros se reunirá en Barcelona y que, aprovechando esta cita, Pedro Sánchez tiene previsto reunirse con el president de la Generalitat. Desde el Ejecutivo, incluso se ve tras el día escogido una provocación, por la coincidencia con la fecha en que se celebraron las elecciones al Parlament convocadas por Mariano Rajoy en virtud del 155.

En la plaza Sant Jaume no se ha recibido ninguna notificación, llamada o mensaje comunicando este calendario ni desde la Moncloa se ha preguntado sobre la disponibilidad de Torra. De hecho, es muy posible que la visita coincida con el pleno del Parlament, el llamado pleno escoba que se celebra antes de cerrar el año.

En el Palau de la Generalitat ha sorprendido que haya sido a través de declaraciones públicas que se ha conocido el calendario, y más aún que la vicepresidenta Carmen Calvo lo confirmara a través de una entrevista radiofónica, en Rac1.

El president ya advirtió en la entrevista este domingo a El Nacional que el encuentro que espera mantener con Sánchez es para tener una conversación a fondo y no para, aprovechando una visita a Barcelona, tomar un café. Fuentes del Govern insisten en que no aceptarán hacer este encuentro si es para hacer una "pantomima" y que la reunión, en caso de que se celebre, tendrá que tener contenido.

Está, además, la cuestión del calendario. No es la primera vez que se producen coincidencias como esta, según el Govern, que recuerda que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, fue encarcelada la primera vez un 9-N ―fecha de la consulta impulsada por el ejecutivo de Artur Mas―, y que los escritos de la fiscalía y el abogado del Estado se conocieron el día que hacía un año que el Govern había entrado en la prisión. "No es casual", según fuentes del ejecutivo catalán, que hablan directamente de una "provocación".

En términos similares se ha interpretado el hecho de que antes que en Barcelona, esta cita se haya celebrado en Sevilla, donde el gobierno español convocó su reunión el 26 de octubre y, posteriormente, Sánchez mantuvo una entrevista con la presidenta andaluza, Susana Díaz.

A pesar de todo, desde el ejecutivo se insiste en que siempre estará abierto al diálogo.