El 131.º president de la Generalitat, Quim Torra, ha reaccionado a través de Twitter a la decisión del Tribunal Constitucional de tumbar su recurso de amparo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (posteriormente ratificada por el Tribunal Supremo) que lo condenaba a un delito de desobediencia y lo inhabilitaban durante un año y medio por ocupar un cargo público. Torra ha anunciado un nuevo paso: "Ahora toca la vía judicial europea". Es un camino que considera que es el único "donde los independentistas catalanes podemos encontrar justicia". En el tuit, el president ha incluido un comunicado de su oficina donde destaca que no ha recibido notificación previa y que ha conocido la decisión del pleno del TC a través de una nota de prensa.
Paralelamente, Torra ha hecho énfasis en el hecho de que este acuerdo no se ha adoptado de forma unánime en el seno del alto tribunal, y encuentra "muy significativo" que el rechazo a su recurso "tenga el voto particular de los dos mejores juristas del tribunal". En este caso, se refiere a los magistrados Juan Antonio Xiol y Ramón Sáez, que han presentado votos particulares. El comunicado de la oficina del president precisa que estos dos votos particulares se oponían a la decisión adoptada por el TC. Todavía sobre la resolución del alto tribunal, Torra apunta en la nota de prensa que esta "llega cuando ya hace casi dos meses que se cumplió íntegramente la condena de inhabilitación (el 3 de enero de 2022) y cuando ya no habría habido ninguna opción de reparar el daño causado". Paralelamente, el 131.º president de la Generalitat señala que se trata de un "ejemplo más de que la justicia española corre cuando quiere correr y va lenta cuando le conviene, de acuerdo con una intencionalidad política que no esconden los miembros del tribunal cuando tienen la ocasión".
La decisión del TC
Los hechos por los cuales el TSJC condenó a Quim Torra se remontan al mes de marzo de 2019, cuando el president recibió varios requerimientos de la Junta Electoral Central que lo instaban a retirar la pancarta a favor de la libertad de los presos políticos y del retorno de los exiliados colgada en el Palau de la Generalitat. La JEC aseveraba que se trataba de "simbología identificable con determinadas opciones políticas" y consideraba que se infringía el principio de neutralidad impuesto a los poderes públicos en periodo electoral. Después de recibir el recurso de amparo de Torra, el Tribunal Constitucional ha comunicado este miércoles que lo rechaza porque descarta la vulneración de los derechos al juez imparcial, al juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa, a la presunción de inocencia y al derecho a la igualdad que denunciaba el president.
El Constitucional sostiene que "el recurrente no fue condenado por sus ideas, opiniones o manifestaciones, sino por el incumplimiento de unos requerimientos derivados de un uso inadecuado de los edificios públicos, que tienen que estar al servicio de los intereses generales, no de un grupo más o menos concreto o numeroso de personas, con exclusión del resto". Añade el alto tribunal que "la exhibición de simbología partidista, en tanto que identificable con determinadas opciones políticas, infringía el deber de neutralidad y objetividad que, en todo momento, tiene que ser respetado por los poderes públicos, pero especialmente durante el periodo electoral". Próximamente, Quim Torra hará frente a un nuevo juicio por desobediencia por no haber retirado la pancarta —él considera que hizo "obediencia a la voluntad democrática de los catalanes"—. Tendrá lugar el jueves 17 de marzo en el juzgado número 6 de Barcelona. El president también agradece a sus abogados a Gonzalo Boye e Isabel Elbal por llevar su defensa.