Las relaciones entre el Govern y la Casa Real son desde el discurso del monarca el 3 de octubre de 2017 mucho más frías y distantes, y cada vez que tienen que coincidir en un acto surgen las mismas dudas protocolarias. Seis meses después de la polémica sobre la asistencia del presidente Quim Torra en los Juegos del Mediterráneo por la presencia de Felipe VI, los dos volverán a coincidir en la inauguración del Mobile World Congrés.

Preguntado por como reaccionará Torra esta vez, el conseller de Interior, Miquel Buch, que este martes ha cogido las funciones de portavoz en ausencia de Elsa Artadi, ha asegurado que el presidente asistirá a los actos porque es un gran acontecimiento que "tiene afectación sobre la economía y sobre el empresariado catalán". "Independientemente de a quien quieran invitar, nosotros asistiremos", ha defendido Buch.

Eso sí, no participará del besamanos oficial. Buch ha asegurado que el presidente saludará al Rey porque "somos personas educadas y no tenemos problema por saludarnos", pero ha defendido que será de forma "diferente" a la protocolaria, poniendo de ejemplo lo que pasóen los Juegos del Mediterráneo. "Nos comportaremos con educación y saludando a todo el mundo", ha añadido.

En aquella ocasión, Torra plantó al Rey en el saludo oficial, pero los dos se encontraron en una sala aparte y, además de saludarse, el presidente le regaló un libro sobre el 1 de octubre. Fue después de unos días de polémica sobre si la Generalitat tenía que asistir o no. El presidente finalmente anunció que iría, pero explicó que, a partir de entonces, ninguno de sus miembros asistirá a ningún acto del Rey a partir y que no se invitaría el monarca a ningún acto organizado por la Generalitat.