Coincidir en el ascensor con José Ramon Bauzà de Cs después de que los recibiera con un cartel de "pròfugo" en el hemiciclo o cruzarse por el pasillo con el popular Esteban González Pons al día siguiente que lo acusara ante el pleno de robar dinero público ha sido algunas de las experiencias que ha podido vivir Toni Comín desde que el lunes consiguió acceder a su escaño en el Parlamento Europeo. Se trata de anécdotas que explican, no obstante, la situación que se ha producido en la Eurocámara a partir del momento en que Comín y Carles Puigdemont consiguieron asumir su escaño como eurodiputados.

Al hacer balance de esta primera semana en declaraciones a El Nacional, Comín asegura se ha saldado con un resultado "por encima de las expectativas"; que han tenido más intervenciones de lo que esperaban ante el pleno -Puigdemont ha hecho tres y el conseller, dos; que los temas que había en el orden del día les ha permitido hablar de aquello que querían "sin forzar costuras"-; y que la puesta en marcha del suplicatorio, que se ha formalizado este jueves, entraba en sus previsiones.

En este balance positivo, el conseller incluye el efecto por la actitud de PP, Cs i Vox. Afirma que el tono y el contenido de las réplicas que les han dedicado en el hemiciclo les han otorgado "un plus en el nivel de protagonismo" que probablemente no habrían tenido. El primer día ni Puigdemont ni Comín, aceptaron que estos grupos respondieran a sus intervenciones aunque lo solicitaron repetidamente. Pero a partir del martes sí aceptaron que les respondieran, lo hicieron lo cual dio pie a duros enfrentamientos.

Según Comín, estas intervenciones tan ásperas y las acusaciones que les lanzaron PP y Cs han tenido un efecto contraproducente para estas formaciones y ha afectado a "su prestigio ante al resto de compañeros"; asegura que ha detectado "incomodidad profunda de muchos diputados" ante lo que describe como "una manera de proceder tan impropia, tan agresiva, tan franquista en el estilo". "La gente nos mira con buenos ojos, ve a una gente educada, europeísta, democrática, respetuosa y, en el otra lado, ve a unos energúmenos", asegura.

Por lo que respecta al suplicatorio insiste en que estaba todo previsto y reitera que en ningún caso significa que pierdan la condición de eurodiputados, sino que aunque finalmente fuera aprobado y se levantara su inmunidad, eso no les impediría seguir actuando como parlamentarios.

De hecho, prevé que incluso podrían mantener la inmunidad de desplazamiento, lo cual les permitiría seguir entrando en territorio francés para participar a los plenos de Estrasburgo sin el temor de ser detenidos.

Comín insiste que el juez instructor Pablo Llarena no es competente para pedir el suplicatorio, dado que desde el momento en que renunciaron al acta de diputados en el Parlamento han perdido el aforamiento y por lo tanto su caso no se tiene que ver en el Supremo sino en un tribunal ordinario. "Este suplicatorio es nulo porque no es el juez competente", asegura.

De momento, sin embargo, y mientras no concluya el suplicatorio, Puigdemont y Comín mantienen su inmunidad y reclaman que se les reconozca también en el Estado español, por lo cual asegura que estudian "qué vías hay para forzar España a reconocer esta inmunidad" y qué papel puede tener el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia de la UE.