El presidente Carles Puigdemont recibió un emotivo saludo el martes durante su visita a Oxford. Una familia esperaba al presidente antes de que pronunciara una conferencia en The Oxford Union, cuando el pequeño de la casa se abrazó efusivamente a Puigdemont y no lo soltaba.

"Estaba llorando porque lo quería ver", explicó la madre a Puigdemont, mientras el pequeño, de cinco años, continuaba abrazado al presidente, sorprendido por la reacción del niño.