Mensaje de Fin de Año del president de la Generalitat

"Queridas y queridos compatriotas,

Permitidme que como president de la Generalitat os dirija unas palabras aprovechando estas fechas señaladas. Son días de recogimiento familiar, de celebración y de fiesta, sin olvidar a los que sufren, ya sea por enfermedad o por las privaciones y la pobreza que desgraciadamente todavía están presentes entre nosotros. Pero también son un buen momento para hacer repaso del año que dejamos atrás y de las esperanzas que tenemos depositadas en este 2017, que será, sin duda, un año de gran trascendencia para nuestro país.

Vivimos en un mundo globalizado, lleno de oportunidades, donde el crecimiento económico, el conocimiento y los avances científicos lo hacen cada día mejor. Pero también es un mundo lleno de incertidumbres y con déficits importantes con respecto a la paz, la seguridad y los derechos humanos. El ascenso de los populismos, la persecución de libertades fundamentales en democracia, como la libertad de expresión, la persistencia de los conflictos armados y las crisis humanitarias que se derivan de ello, siguen siendo asignaturas pendientes que la humanidad debe afrontar. Falta valentía y coraje para encarar estos retos sin caer en la receta fácil de la demagogia.

La misma valentía y coraje que hace falta aquí para abordar los retos que tenemos planteados y que no nos faltará, ya os lo avanzo, ni a mí como president ni al Govern que encabezo. Cuando llegué a la presidencia de la Generalitat, todavía no hace un año, recordé que el objetivo de esta legislatura era llevar al país de la post-autonomía a la pre-independencia. Y estamos cumpliendo fielmente este mandato, un mandato que surge de las elecciones del 27 de septiembre de 2015, y es el que se espera que hagamos. Se espera que un gobierno cumpla su compromiso, y que busque la manera más acertada de poder cumplirlo.

Eso lo hacemos gobernando con una voluntad decidida de eficacia, con compromiso y sensibilidad social, buscando el bienestar para todos los catalanes y las catalanas sin excepción. Porque las personas, piensen lo que piensen, sean de donde sean, son el centro de nuestra acción de gobierno.

2016 ha sido el mejor año en crecimiento económico y creación de empleo desde el inicio de la crisis. Las previsiones para el próximo año también son buenas, hecho que permitirá recuperar los niveles de antes de la crisis y recorrer el camino del progreso económico y social.

Catalunya, pues, tiene un potencial indiscutible para aprovechar las oportunidades que nos ofrece la revolución tecnológica que estamos viviendo. Y por eso se está haciendo un gran esfuerzo por poner el acento en la innovación en todos los ámbitos de la vida: en la salud, en la enseñanza, en el mundo empresarial... La industria de nuestro país, las pymes, los emprendedores y los autónomos, todos tienen que poder adaptarse y beneficiarse de este mundo cambiante.

Queremos, en este sentido, un país a la vanguardia de estos cambios, por ejemplo, avanzando de manera indefectible en la lucha contra el cambio climático y estableciendo un nuevo paradigma de "más crecimiento, menos emisiones". Es nuestra salud de hoy, pero también, sobre todo, nuestra herencia a las generaciones del mañana.

Y este nuevo marco es una gran oportunidad para nuestro país, pero también tendremos que velar para que sea motivo de equidad y de inclusión social. Tradicionalmente el crecimiento económico ha sido la mejor política social. Hoy, a pesar de ser necesario, puede no ser suficiente. Las instituciones catalanas y europeas tenemos que afrontar decididamente las políticas que permitan garantizar el bienestar de todos el ciudadanos, porque nadie puede quedar atrás.

Por eso, queremos y tenemos el derecho a decidir.

El año que viene será, pues, clave para el futuro de este país porque los catalanes y las catalanas decidiremos libremente nuestro futuro en un referéndum legal y vinculante. Legal porque se convocará de acuerdo con el mandato de las leyes y, vinculante, porque el resultado de que decidáis vosotros, ciudadanos y ciudadanas de Catalunya, será el que el Govern y el Parlament tendrán que aplicar sin dilaciones ni excusas.

El gobierno que yo presido ha hecho del diálogo su instrumento para trabajar desde el primer día, tanto con la oposición en el Parlament como con el gobierno del Estado. Hemos sabido tejer consensos amplios en Catalunya en torno al referéndum, como se demostró a la reunión de la semana pasada en el Parlament, pero todavía no hemos recibido respuesta a la mano tendida para pactarlo, desde el Gobierno español. Una oferta que hice durante el debate de la cuestión de confianza y que reiteré en una conferencia en Madrid. Seguiremos teniendo la mano tendida siempre, pero desde el compromiso y la fidelidad a nuestros principios.

Catalunya se ha ganado su reconocimiento como nación en el marco de una Europa que queremos más unida, más segura y más democrática. Son tiempos de decisiones y este año trabajaremos con este objetivo, manteniendo la cohesión social que siempre ha caracterizado a Catalunya y trabajando para mejorar las condiciones de vida de su gente.

Estamos a punto y lo demostraremos.

¡Como president de Catalunya os deseo de todo corazón un feliz año nuevo!"