La secretaria general del Parlament, Esther Andreu, ha presentado su renuncia. Lo ha hecho este martes por la mañana, después de semanas de malestares acumulados en polémicas como la gestión del caso Juvillà, pero sobre todo por la última polémica desencadenada por la incorporación de su hijo como ujier de la cámara catalana. Según ha podido saber ElNacional.cat, Andreu ha comunicado su decisión a la Mesa del Parlament, que ha empezado más tarde de lo previsto este martes. Una vez acabada la sesión, la presidenta, Laura Borràs, ha mantenido una conversación con Andreu, y después ha sido la encargada de anunciar la decisión de Andreu la Junta de Portavoces. Con la dimisión encima de la mesa, ahora es potestad de Borràs decidir si acepta o no su dimisión, una decisión que todavía no está tomada, según la Oficina de la Presidenta. En paralelo a todo, hoy mismo la Mesa del Parlament ha solicitado en la Oficina de Antifraude que emita un informe con toda la información de este caso, que puede llegar en cualquier momento ya que no hay un plazo definido. Se podría dar el caso, pues, que Borràs decida esperar hasta este informe para tomar la decisión si acepta o no la dimisión de Andreu.

Cuando Efe destapó que el hijo de Andreu obtuvo una plaza de ujier, la secretaria general emitió un comunicado en el cual defendió no haber participado ni directa ni indirectamente en el proceso de selección para la constitución de esta bolsa de trabajo, y explicó que por este motivo consideró que no era pertinente informar en la Mesa sobre ninguno de los aspirantes. El órgano rector de la cámara lo nombró como interino a principios del mes de mayo.

Después de estos movimientos la Mesa del Parlament pidió un informe para aclarar los hechos, la primera vez en la Mesa del 17 de mayo, y Borràs lo rechazó. La última vez fue en la Mesa de la semana pasada, cuando PSC, ERC y CUP volvieron a poner encima de la mesa la necesidad de encargar un informe jurídico. Entonces la presidenta del Parlament, Laura Borràs, vetó de nuevo esta solicitud, que los grupos habían pedido para vaciar cualquier sombra de duda. Fue en este punto de la reunión cuando la secretaria general les entregó un informe, encargado por ella misma a uno de los letrados del Parlament, que concluye que el proceso de selección se ha desarrollado "sin vicios o defectos invalidantes", aunque "se han dictado actos, de trámite, no previstos a las bases, pero justificados y razonables".

El hijo de la secretaria general no ha sido el único escollo durante este tiempo en el Parlament. Uno de los momentos más tensos en el cargo de Andreu fue la gestión del acta del entonces diputado de la CUP Pau Juvillà, actualmente inhabilitado para no descolgar lazos amarillos de su despacho de la Paeria de Lleida. En unas semanas tensas en el Parlament el independentismo intentó sin éxito preservar su escaño, y la presidenta Borràs estuvo en el punto de mira. Entonces la secretaria emitió un comunicado donde aseguró que la instrucción de cumplir con la retirada del acta la ordenó ella, exculpando Borràs de esta tarea.