Daniel Baena, el teniente coronel que dirigió la investigación contra el independentismo, ha protagonizado hoy prácticamente un monólogo en el juicio en el mayor Josep Lluís Trapero y la cúpula de los Mossos. El supuesto Tácito no se ha limitado a responder las preguntas y en algunos momentos ha echado cuerda a la cometa.

Baena ha venido con la lección aprendida y con ganas de aportar su tesis sobre por qué los Mossos estaban al servicio del Govern de la Generalitat y al servicio del procés. El teniente coronel ha hecho un extenso relato sobre lo que considera una estrategia para reforzar el cuerpo policial a favor del procés para hacer efectivo el 1-O.

Y en este sentido, y utilizando palabras de los mismos líderes del procés, ha hablado de estructuras de estado. Que los Mossos ya eran una estructura de estado, que había que reforzar con un liderazgo a su servicio y por eso se nombró a Trapero mayor de cuerpo, un cargo vacante desde hacía 10 años. El momento de su testigo surge a partir de una pregunta del fiscal que omite para hacer un relato opinativo de más de 5 minutos.

 

Baena, a quien el Tribunal ha dejado hacer sus elocubraciones, ha acabado diciendo que el comunicado del 2015 ya estaba relacionado con la posibilidad de hacer efectivo el referéndum del 1-O.

 

Para acabar de redondear su actuación en el juicio, la fiscalía ha aportado el comunicado donde Josep Lluís Trapero ordena al cuerpo enviarle cualquier orden judicial que tenga que ver con el procés. Las defensas se han opuesto. Y el Tribunal presidido por la magistrada Concepcion Espejel ha decidido no aceptar la prueba.

 

 

El documento, de noviembre del 2015, detallaba que a partir de aquel momento el jefe de los Mossos centralizaba las posibles actuaciones por casos de sedición y asumiría su responsabilidad. El comunicado pretendía tranquilizar los agentes ante la instrucción de la Fiscalía de la Audiencia Nacional a raíz de la resolución rupturista del Parlamento el 9 de noviembre del 2015, justo tras las elecciones donde gana Junts pel Sí y la CUP veta a Artur Mas como presidente.

"Vista la complejidad y especialidad que pueden comportar las tipologías penales planteadas, en todos los supuestos y sin excepción, cualquier acción que corresponda realizar a los Mossos tendrá que ser elevada por la cadena jerárquica de mando, que asumirá las decisiones sobre las actuaciones que se tengan que llevar a cabo en cada caso; la cadena se tiene que elevar necesariamente y siempre hasta el comisario jefe", decía el comunicado interno. Así, todos los atestados e informes relativos a esta cuestión tenían que pasar primero por el comisario jefe, que decidía qué, cómo y cuándo se enviaba a la Audiencia Nacional y a la fiscalía.

La reunión secreta entre Puigdemont y Trapero

Daniel Baena ha hecho una declaración inspirada, más propia de un perito que de un testigo. Pocas preguntas y respuestas muy largas fuera de contexto. Hasta el punto de explicar una reunión secreta entre Puigdemont y Trapero que el mismo fiscal Pedro Rubira ha tenido que preguntar riendo cómo la conocía, si era secreta.

 

 

El teniente coronel ha detallado que tenían los correos del presidente Carles Puigdemont intervenidos y por eso tuvieron conocimiento. Según Baena, en esta reunión Puigdemont agradece al mayor el trabajo hecho por los Mossos en el referéndum del 1-O.

La fiscalía ha pedido incluir como prueba el correo de Puigdemont, las defensas nuevamente se han negado y finalmente el Tribunal lo ha desestimado.

El antes y el después del 155

A diferencia de lo que explicó como testigo en el Tribunal Supremo, hoy Daniel Baena no ha hablado ni de insurrección ni de actos no violentos y pacíficos. Hoy ha querido remarcar que antes del 20-S no hubo violencia, que después el clima cambió, y que sobre todo con la aplicación del 155 se acabaron las movilizaciones.

Del 20-S, Baena ha querido dejar claro que informó a los Mossos del dispositivo de la Guardia Civil, pero que solo recibían respuesta por escrito y nada más.

La fiscalía ha estado interrogando dos horas a Daniel Baena buscando demostrar que el mayor Josep Lluís Trapero estaba en sintonía con el Gobierno para hacer efectivo el referéndum y después la independencia.