El PP lo ha vendido como un debate con las "personalidades más relevantes de la sociedad catalana" para hablar sobre el conflicto catalán. Pero el producto final ha sido ligeramente diferente. Uno de los invitados era el fundador de TabarniaJaume Vives, que directamente les ha dicho que harían mejor afiliándose al partido de extrema derecha Vox.

Jaume Vives, que ha jugado el papel de enfant terrible, ha venido cabreado por la actuación del PP durante los últimos años. "Me da la sensación de que mucha gente piensa que al PP se le ha pasado el arroz", ha asegurado, después de hacer una encuesta en Twitter. "Lo que me han pedido es que os afiliéis a Vox, y los que no lo hagáis que cojáis buenos compañeros de viaje".

A los populares les ha reprochado que "el 155 llegó tarde y mal" porque tendría que haber intervenido también el sistema educativo catalán y los medios públicos, de los que ha dicho que, según un estudio hecho en su casa, sus periodistas son mayoritariamente independentistas. También ha criticado los "pactos con el nacionalismo" que el PP ha hecho durante su historia. Sin venir a cuento, ha dicho que a los "no nacionalistas" y a los "católicos" se les ha dado una "patada".

Vives ha avisado de que "el enemigo no es la gente del lacito", sino "los cabrones que han llevado a esta gente a enfrentarlos", unos "desgraciados que para tener el culo caliente han llevado a la gente hasta la frustración".

El problema es de Pujol

En el debate también ha intervenido el recientemente destituido fundador de Societat Civil Catalana, José Rosiñol. Rosiñol ha asegurado que el problema viene de los tiempos de la presidencia de Jordi Pujol, que hizo un "programa de ingeniería social a través del control de los medios de comunicación y de la sociedad civil económica, cultural y política".

"Un problema de 30 años no se soluciona en seis meses", ha avisado el expresidente de SCC, que ha defendido que lo que hay que hacer es "desmontar el entramado nacionalista". Ha señalado que el frente más importante es el internacional, porque "la única salida del independentismo es convencer a la opinión pública de otros países para que cambie de opinión".

"Buscar los votos del nacionalismo periférico"

Finalmente ha tomado la palabra la catedrática de Derecho Constitucional Teresa Freixes, también presidenta de la desconocida asociación Concordia Cívica. Freixes ha sostenido que "es difícil que los golpes a la democracia se den como en el siglo XIX", pero que el independentismo ha dado uno con un "método totalitario que rompe las libertades y los procedimientos democráticos".

La catedrática también ha optado por el revisionismo histórico del unionismo. "Tengo la sensación de que los partidos no se han creído el Estado", ha lamentado. "Cuando no había suficiente mayoría para una investidura o unos presupuestos, en lugar de recurrir a un núcleo duro de principios fundamentales, se ha ido a buscar los votos del nacionalismo periférico", ha criticado.

Más allá de intervenir los medios de comunicación y la educación catalana, el debate —que no ha sido tal— no ha aportado ninguna solución al conflicto catalán.