Dudas sobre si la fórmula acordada por JxCat y ERC para superar la suspensión de los diputados procesados dictada por el juez Pablo Llarena podrá ser finalmente aprobada en el pleno del martes que viene.

Aunque la comisión del Estatuto del Diputado ha aprobado este viernes elevar la propuesta de los dos socios de Govern al pleno, la difícil aritmética parlamentaria, sumada a la imposibilidad de los presos y exiliados de votar, y a las dudas jurídicas sobre como se tiene que hacer la votación; hace que el acuerdo pueda acabar siendo tumbado.

El dictamen que se elevará al pleno propone una doble votación. Un primer punto pregunta si el Parlament considera que los diputados encausados tienen que ser suspendidos, y un segundo que da la posibilidad a estos diputados de designar sus funciones en otro compañero del grupo para no alterar las mayorías parlamentarias. La intención de JxCat y ERC es tumbar el primer punto y aprobar el segundo.

Una de las dudas que hay en estos momentos sobre la mesa, sin embargo, es necesario que los dos puntos del dictamen se aprueben por mayoría simple o por mayoría absoluta. El primero (que pregunta si el pleno tendría que suspender a los diputados) tendría que aprobarse por mayoría absoluta, por lo que queda claro que será rechazado ya que sólo tiene el apoyo de los unionistas.

Ahora bien, las dudas vienen en el segundo punto (la designación de voto). El letrado mayor de la cámara, Joan Ridao, ha asegurado, durante la comisión del Estatuto del Diputado que ha tenido lugar esta mañana, que este punto también tiene que ser aprobado por mayoría absoluta porque se rige por el artículo 25 del reglamento. Otras fuentes parlamentarias, sin embargo, lo niegan, y aseguran que otros letrados han dado por bueno que se apruebe por mayoría simple.

Con todo, JxCat y ERC suman sólo 59 votos si no se cuentan los de los seis diputados procesados (Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Raül Romeva, Jordi Turull y Josep Rull) ni el de Toni Comín, que todo y no haber sido incluido a la resolución de Llarena tampoco puede delegar su voto porque no está en la prisión ni tiene medidas cautelares.

Estos diputados no podrán votar en la cuestión, según han explicado los letrados en la reunión de junta de la Portavoces de este viernes, aunque no han dejado claro si es porque ya están suspendidos o por un conflicto de intereses al tratarse de su propia suspensión. Sin sus votos, sin embargo, y en caso de ser necesaria la mayoría absoluta, son imprescindibles los votos de la CUP (4) y de los comunes (8) para llegar aprobarlo. La mayoría absoluta se sitúa en 68.

La posición de la CUP, en estos momentos, no está definida. Fuentes de los anticapitalistas aseguran que todo está abierto y que será el secretariado nacional de la formación quien decida si dan apoyo a la formula, se abstienen o votan en contra. Los cupaires están en contra de designar el voto de los diputados suspendidos al considerar que tendrían que poder asumir todas sus funciones y así lo han querido dejar claro en la comisión, donde han presentado una enmienda que ha sido tumbada.

Una vez más, pues, el Parlament está pendiente del criterio de los letrados, que lo tendrían que aclarar en la Mesa del martes que viene, justo antes de empezar el pleno que votará el dictamen, convocado para las 12 del mediodía. Así, quedan todavía unos días hasta que la propuesta llegue al pleno para resolver esta cuestión y evitar una nueva crisis.