La sala especial del Tribunal Supremo conocida como la Sala del 61, que preside Carlos Lesmes, decidirá el miércoles que viene, 5 de septiembre, sobre las peticiones de recusación que once procesados presentaron contra los cinco magistrados del Tribunal Supremo encargados de enjuiciar la causa del procés.

En una providencia firmada por el propio Lesmes, la Sala fija para aquel día a las 9.30 horas la resolución de los incidentes de recusación, una vez que el juez instructor de los mismos ya los remitió a esta Sala la semana pasada.

Además de Lesmes, esta Sala, famosa por dictar la ilegalización de Batasuna, está formada por cada uno de los presidentes de las cinco salas del alto tribunal y por el magistrado más antiguo y más moderno de cada una de ellas.

No obstante, no formarán parte de la deliberación ningún integrante de la sala de lo penal, dado que dos de los que la integran están recusados, entre ellos Manuel Marchena -presidente del Penal en el Supremo y de la Sala que enjuiciará en la "cúpula del proceso" -, y el tercero fue el instructor de los expedientes y no puede pronunciarse sobre los mismos.

En total, son 11 los procesados que han presentado expedientes de recusación contra los magistrados. Entre ellos figuran los consellers Josep Rull, Jordi Turull, Raül Romeva, Lluis Puig, Meritxell Borràs y Clara Ponsatí, el president Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell, el diputado Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.

Motivos fundamentados

Todos ellos, a diferencia de la Fiscalía, que se opuso a todas las recusaciones, consideran que hay motivos fundamentados para apartar tanto a Marchena como los otros cuatro integrantes del tribunal que enjuiciará la cúpula del procés: Antonio del Moral, Luciano Varela, Juan Ramón Berdugo y Andrés Martínez Arrieta.

La Fiscalía ya ha elaborado su informe, que se entregó este martes, donde se opone a las seis recusaciones. Los magistrados a los que afecten los incidentes de recusación, -es decir, la sala encargada de juzgar los hechos- no pueden tomar ninguna decisión, mientras el procedimiento esté en marcha.