Diferentes personas del público que este jueves entraban en el Supremo para asistir a la sesión del juicio al procés se han encontrado con la sorpresa de que una agente de la Policía Nacional presente en el control de acceso les obligaba a retirar el lazo amarillo.

Se les conminaba ―amablemente, según los afectados― a sacarse los símbolos con la advertencia de que no los podrían llevar dentro de la sala. El pañuelo amarillo, sin embargo, pasaba el filtro.

Cuando el Supremo se ha dado cuenta de la situación, ha obligado a corregirlo inmediatamente y lo ha atribuido a que la agente es nueva en la plaza. Los lazos han sido restituidos en las solapas.

El público ha lucido desde el comienzo del juicio sin problemas lazos y chapas, al igual que los primeros días también acudían personas con pins de Vox o con banderas españolas.

También algunos de los acusados llevan el lazo, aunque el primer día Vox pidió al presidente de la sala, Manuel Marchena, que impidiera a los acusados llevar símbolos. No obstante, Marchena recurrió a jurisprudencia europea para desestimar la petición.