El Tribunal Supremo ya ha hecho pública la sentencia del juicio al procés y, además de las penas de cárcel, ha impuesto a los líderes del movimiento independentista una inhabilitación de hasta 13 años. Eso implica que, los que són candidatos, no podrán presentarse, finalmente, a las elecciones del 10 de noviembre, ya que no pueden ejercer cargos públicos. Además de las penas de prisión impuestas, Oriol Junqueras ha sido inhabilitado por 13 años, Raül Romeva por 12 años, Jordi Sànchez por 9, Jordi Turull por 12, Josep Rull por 10 y Joaquim Forn por 10.
También han sido inhabilitados el resto de presos, aunque en su caso, al no ir a ninguna lista electoral, no tiene ningún efecto inmediato. Así, Carme Forcadell ha sido inhabilitada por 11, Dolors Bassa por 12, mientras que Jordi Cuixart, que nunca ha ido a ninguna lista ni ha tenido ningún cargo público, también ha sido inhabilitado por 9.
Finalmente, los exconsellers Carles Mundó, Meritxell Borràs y Santi Vila, que no estaban actualmente en la prisión, estarán inhabilitados durante 1 año y ocho meses.
¿Por qué no pueden presentarse el 10-N?
Como el Supremo es la instancia judicial más alta, la sentencia no se puede recurrir y, por lo tanto, es firme tan pronto como es publicada. Sólo se podría ir Estrasburgo, pasando primero por el Tribunal Constitucional, pero es firme desde el momento de la publicación y ya empieza a aplicarse la pena.
Así, Junqueras caerá de la lista de ERC al Congreso y Romeva del Senado. Tampoco podrán presentarse Sànchez, Rull, Turull ni Forn, que habían sido designados candidatos de JxCat por el 10-N. Las listas fueron presentadas ante la Junta Electoral el pasado 7 de octubre y habrá que ver como afecta este cambio en su estatus.
A excepción de Forn, el resto ya se presentaron en los comicios del 28 de abril pasado y pudieron participar de la sesión de constitución de las cámaras españolas, aunque fueron suspendidos justo después. Forn se presentó a las municipales como cabeza de lista de JxCat en Barcelona.
Los precedentes de inhabilitación en Catalunya
Esta no es la primera vez que políticos catalanes son inhabilitados por el procés soberanista. El expresidente Artur Mas y los exconsellers Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs ya lo fueron por el 9-N. En marzo de 2017 el TSJC condenó a Mas a dos años de inhabilitación por un delito de desobediencia, a Ortega a un año y nueve meses y a Rigau a un año y seis meses. Todos ellos, sin embargo, recurrieron al Tribunal Supremo, que les rebajó la pena.
Mas fue condenado finalmente a un año y un mes de cárcel, que acaba en febrero de 2020, mientras que a Rigau se le acabó el julio pasado y a Ortega se le acabará el próximo 23 de octubre.
Por su parte, Homs fue inhabilitado durante 13 meses directamente por el Tribunal Supremo, ya que en aquel momento era diputado en el Congreso. Por eso, en su caso, no hubo posible recurso y la pena empezó a contar justo después de saberse la sentencia y acabó antes que sus compañeros de gobierno, en abril de 2018. Mas, Ortega y Rigau podrían haber seguido como cargos públicos hasta el pronunciamiento del Supremo, a diferencia de Homs y de los presos.