Una de las preguntas que más se ha repetido esta mañana del lunes a las puertas del Tribunal Supremo es "¿qué hará Anna Gabriel?". La otra, el punto de cocina en que se encuentra el acuerdo para la investidura. Los dos temas han sobrevolado tanto las declaraciones públicas de los responsables de los partidos como las conversaciones con que políticos y periodistas intentaban matar el tiempo en esta mañana madrileña a la sombra del Supremo.

Las informaciones que se han filtrado desde círculos judiciales descartando el encarcelamiento de los líderes independentistas que desfilan esta semana por el Supremo han relajado la espera de los concentrados. Si hoy es lunes 19, toca apoyar a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y a la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal. Es casi una rutina que ha convertido en cotidiano este trozo de calle, el bar de delante del Tribunal e incluso al hombre que no para de bramar insultos contra los políticos independentistas.

La espera hoy no ha sido muy larga. Desde las ocho y media de la mañana y hasta las dos de la tarde. En la puerta del Tribunal hacían guardia una amplia representación de las cúpulas de ERC y PDeCAT, con Sergi Sabrià y David Bonvehí al frente, y de los grupos parlamentarios de las dos formaciones en el Parlament y en el Congreso, así como representantes de Junts per Catalunya y de la CUP, con Mireia Boya. Muy juntos, pero no especialmente revueltos. También algún diputado podemita del Congreso y el portavoz del PNV, Aitor Esteban.

La temperatura era incluso agradable esta mañana de febrero cuando los políticos empezaban a concentrarse antes de las nueve en las puertas del tribunal. El fresco, sin embargo, había calado a las 12 del mediodía cuando se ha sabido que se imponía a Rovira 60.000 euros de fianza. Entre los republicanos concentrados, la alegría por el retorno sin impedimentos de la líder de ERC se combinaba con la sensación de injusticia ante unas fianzas que consideran arbitrarias. "Estábamos preparados para todo", confiesa un responsable del partido.

Rovira ha abandonado sonriente el tribunal, ha hecho una breves declaraciones ante la prensa y ha desaparecido dentro de una furgoneta negra después de saludar a los compañeros de partido que la han acompañado.

Durante la espera, los responsables políticos concentrados en la puerta han ido desfilando ante las cámaras. La primera a responder preguntas sobre la decisión de Gabriel ha sido su compañera, Mireia Boya. "Anna Gabriel explicará su estrategia de defensa mañana a lo largo del día, será ella misma y su equipo jurídico quien explique cómo enfrentará la declaración que tiene el miércoles", ha explicado mientras el servicio de prensa de la CUP anunciaba una rueda de prensa mañana en Barcelona.

Gabriel no se zafa

Boya ha asegurado que no ha hablado con Gabriel pero que comparten la estrategia ¿Les perjudicará que Anna Gabriel se zafe de venir al Supremo?, le ha pedido un periodista madrileño. "Anna Gabriel no se zafa de nada, compartimos una estrategia jurídica, política y comunicativa conjunta, las dos estamos en la misma organización", ha replicado.

Dentro de los diferentes planteamientos, la voluntad de evitar la imagen de grietas es evidente. La misma Boya había provocado el miércoles pasado una rotura en la línea argumental que el independentismo ha ido evolucionando ante el juez los últimos meses. Pero desde el PDeCAT se ha quitado hierro a esta situación. "Es bueno que haya cierta coherencia entre aquello dicho dentro y aquello dicho fuera", se ha limitado a asegurar al diputado del PDeCAT, Jordi Xuclà al ser interrogado al respecto.

No sólo eso, Xucla ha venido a decir que no ha habido sorpresas. ¿Se han coordinado? "Todo el mundo ha hablado con todo el mundo", ha remachado a pesar de admitir que "cada uno tiene su propia estrategia".

Pase lo que pase

Donde sí han que coincidido todas las declaraciones de los dirigentes políticos es en denunciar el hecho de que se esté respondiendo desde los tribunales a un debate que es político.

"Piensan que a través de los tribunales pueden acabar con un movimiento democrático, pero tienen que saber que detrás de cada uno de nosotros hay mucha gente más, que ninguno de nosotros es imprescindible y que, por lo tanto, continuaremos pase lo que pase", ha asegurado Sabrià.

Poco antes de las dos de la tarde ha acabado la declaración de Pascal. La coordinadora del PDeCAT se ha subido en un taxi en la puerta del Tribunal y se ha marchado sin hacer declaraciones.