"Muchas de estas incidencias aluden a la inacción de los Mossos d'Esquadra durante el día uno de octubre, sobradamente acreditada en las numerosas referencias suscritas y certificadas por los funcionarios del CNP". Así empieza el informe de la policía española sobre el dispositivo que hizo el 1 de octubre. Antes de llegar a las conclusiones, en la página 3, ya pone la sombra de la duda sobre los Mossos y, de hecho, explica que las ocupaciones en los puntos de votación, desde el viernes 30 de septiembre hasta la madrugada del 1 de octubre, fueron en parte porque ellos no hicieron nada.

El informe, que forma parte del sumario al cual ha tenido acceso íntegramente El Nacional, se emite el 13 de septiembre del 2017 y se presenta al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, que es el que en aquel momento centraba la instrucción. El documento ha acabado en el Supremo como prueba de cargo contra el conseller de Interior Joaquim Forn. También consta en la documentación de la Audiencia Nacional que tiene que juzgar al resto de la cúpula política de Interior y al major Josep Lluís Trapero.

A lo largo de 33 páginas, el CNP acusa a los Mossos de colaborar en los recuentos de votos, de supervisarlos, llevarse urnas una vez acabado todo, de alertar a los organizadores de la presencia de la policía española e incluso de custodiar urnas. Todos estos hechos acaban en el juzgado de instancia número 7 de Barcelona. Y ahora, también, en el Supremo.

El CNP cerró 51 centros de votación. 27 en Barcelona, 10 en Girona, 7 en Tarragona y 7 en Lleida. El informe, parte del contenido del cual trascendió en su momento, y que ahora se puede consultar íntegramente en este artículo, expone cómo la policía española "hizo uso de la fuerza mínima indispensable" ante las "barricadas humanas" que había delante de los colegios electorales.

A lo largo del informe, aparece toda la enumeración de los heridos de la policía, pero no salen los heridos civiles, los que provocaron los golpes de porra y las cargas del CNP.

Contra los Mossos

El informe es claro contra los Mossos. No sólo los acusan de inacción, sino de "colaborar" con la organización del 1-O: "Algunos comportamientos de los Mossos d'Esquadra se pueden conceptuar como actos de colaboración real y efectiva para el desarrollo del referéndum ilegal. Tanto la obstrucción a la actuación de los miembros del CNP, como su connivencia con los responsables de las 'mesas electorales' para la constitución de las mismas y la recogida de las urnas".

De hecho, en el escrito de presentación del informe los acusa directamente de actuar coordinadamente con el Govern de la Generalitat para hacer efectivo el referéndum: "Una actuación policial coordinada y sujeta a previas instrucciones de los jefes de Mossos d'Esquadra y, por lo tanto, de los responsables de la Conselleria de Interior de la Generalitat, en última instancia responsable de la convocatoria del referéndum ilegal".

Relatan que en la sede del Departament de Treball de Lleida, los Mossos no sólo no impidieron la votación, sino que increparon a los agentes del CNP: "Estaban presentes durante toda la intervención componentes del Cuerpo de los Mossos d'Esquadra, que mostraron una manifiesta actitud de pasividad y falta de colaboración con los actuantes, llegando a manifestar uno ellos a un policía: "Qué vergüenza lo que estáis haciendo".

La paranoia

Pero la acusación más grave es la de actuar de incógnito para alertar a los organizadores del referéndum y boicotear la acción policial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: "De mayor gravedad son actuaciones en que mossos d'esquadra, de paisano y con vehículos camuflados, controlaron los dispositivos del CNP en horas previas a la apertura de colegios electorales, alertando a los responsables de las mesas electorales de estos dispositivos. Estas actuaciones podrían considerar como elementos necesarios para la ejecución del referéndum ilegal".

 

 

Centro a centro

En el informe hay un detalle, centro a centro, de todas las actuaciones del CNP. El informe cuantifica a la gente que había y explicita por qué tuvieron que cargar.

En todos los casos la policía describe actitudes hostiles hacia ellos y dice que "ante la resistencia realizada por los presentes, tuvo que utilizar la fuerza mínima imprescindible". Esta frase es una constante del informe.

Otra constante es la frase: "En la escuela había presencia de Mossos d'Esquadra con actitud pasiva".

En la escuela Mediterrànea, la policía española requisó cuatro urnas que había en el baño. Y en el informe de actuaciones acusan a los Mossos d'Esquadra que había en la zona de insultarlos e impedir su actuación: "Había presencia de Mossos d'Esquadra que profirieron insultos contra los miembros de la UIP, impidiendo en determinadas ocasiones cumplir lo ordenado por el mandamiento judicial, agarrando a los policías nacionales".

La policía describe cómo actuaron en el CEIP Ramon Llull donde Roger Español recibió el impacto de una pelota de goma. A pesar de que sí que hacen referencia a que utilizaron las salvas y balas de goma, no hablan de ningún herido más allá de los agentes policiales: "Durante este repliegue el Indicativo Camel-50, ante el acoso y ataque de los concentrados, tuvo que utilizar, en primer lugar, salvas de advertencia y, posteriormente, se lanzaron dos pelotas de goma para abrir y asegurar una vía de evacuación y salir de la zona. Como consecuencia de esta acometida, fueron lesionados los funcionarios con CP nº 96.181; 115.789; 96.815; 103.406; 102.912 y 117.892".

También obvian el empujón que le dieron a la consellera de Ensenyament, Clara Ponsatí, cuando intentaron impedir la votación en el departament: "Entre las personas que ofrecían esta resistencia se encontraba la que en su momento se identifica como consellera de Ensenyament de la Generalitat, Sra. Clara Ponsatí, junto a otra que la acompañaba llevando un arma, resultando ser su escolta perteneciente al Cuerpo de Mossos d'Esquadra".

Del IES Pau Claris, donde la policía española tiró varias personas por una de las escaleras del centro, ni una palabra. Sólo que un mosso intentó entorpecer la operación.

En el CEIP Pau Romeva, la policía acusa directamente a dos mossos de paisano de alertar a los responsables de la votación: "En este colegio dos individuos alertaron de la intervención inminente del CNP, y acto seguido las puertas fueron cerradas desde dentro para evitar la entrada. La vigilancia sobre los mencionados individuos determinó que se trataba de dos miembros de los Mossos d'Esquadra que se trasladaban en un vehículo perteneciente a la Generalitat de Catalunya, Departament de Presidència".

A lo largo del informe, la policía española detalla cómo rompió puertas y ventanas y cortó vallas de centros escolares para entrar por la fuerza a requisar las urnas. Y destaca el relato que hacen del ataque al CEIP Villa-roja de Girona donde se intentaron robar urnas por parte de un grupo de radicales de ultraderecha: "Se intervino entre las 10.30 horas y las 11.00 horas. Se encontraban en su exterior un grupo, unas 200 personas, y, por otra parte, 10 personas llevando banderas de España. Se personó una patrulla de los Mossos, quienes realizaron un acta de cierre del colegio. En el interior no se localizó ningún material electoral. Sin incidentes".