El presidente del Consejo Ejecutivo de Córcega, Gilles Simeoni, defiende que "la solución política" en el asunto catalán tiene que pasar por "un proceso de diálogo" con el Estado. Según ha afirmado durante el congreso de la Alianza Libre Europea, Simeoni cree que "la solución no puede ser judicial, tiene que ser política", aclarando que los catalanes pueden contar con el apoyo de los corsos, ya que son "totalmente solidarios con la reivindicación democrática de los catalanes", pero reconoce que la situación les ha repercutido.

Así, según el presidente de Córcega ha confesado en una entrevista a ACN en el marco del congreso, el referéndum del 1-O ha afectado a sus reivindicaciones, ya que "la solidaridad entre el Estado español y el Estado francés ha conducido a un endurecimiento de la posición del Estado hacia Córcega". De esta manera, Francia considera que si hacen concesiones, habrá "un reforzamiento de la demanda independentista y un riesgo de secesión", a juicio de Simeoni. El presidente corso siempre ha mostrado su solidaridad con el pueblo catalán y a los presos políticos y exiliados.

 

Emancipación institucional

"Puede ser un pretexto para no avanzar más deprisa por el camino de una discusión política con nosotros", remarca. Después de un primer mandato en el Consejo Ejecutivo de Córcega donde ha hecho un "aprendizaje de responsabilidad", Simeoni encara el segundo este año con una mayoría ampliada y el objetivo que París escuche "la aspiración política" de los corsos a "ser reconocidos como pueblo".

En las elecciones de junio, su partido, Femu a Corsica, obtuvo más de 40% de los votos. "Esta legislatura tiene que servir para consolidar de manera irreversible el camino del pueblo corso hacia su emancipación institucional, política, económica, social y cultural", defensa. El político y también abogado antes fue alcalde de Bastia, ciudad corsa de 40.000 habitantes y capital del departamento del Alta Córcega.

Decepción con Macron


Simeoni se queja de que hasta ahora el presidente Emmanuel Macron ha rechazado "totalmente tener en consideración la dimensión política de la cuestión corsa", pero el presidente corso no tira la toalla. Así, insta al presidente francés a "cambiar de posición" y escuchar "la expresión de las urnas": "Los corsos han votado de forma masiva desde el 2015 por una lista nacionalista que busca una solución política".

En este sentido, el presidente corso ha avisado de que si París no "abre un diálogo" con Córcega, los jóvenes se podrían "radicalizar". A principios de septiembre, el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC) amenazó con volver a tomar las armas si Macron no mueve ficha. El grupo independentista hizo pública esta amenaza en un comunicado a la prensa donde aparecen unas treinta personas enmascaradas y armadas. Desde su formación en el año 1976, el grupo habría perpetrado un centenar de ataques y asesinado a nueve policías. "El retorno a la violencia es inaceptable, sería un error histórico", dice tajantemente el presidente de Córcega.

 

Reunión con Aragonès

Este lunes, Simeoni se reunirá con Pere Aragonès en Glasgow, a donde el president se ha desplazado para asistir a la conferencia COP26. Ayer, Aragonès ya se encontró con la primera ministra de Escocia, Nicola Strugeon, en la que es su primera reunión. Esta no se ha centrado en términos políticos, sino en compartir experiencias sobre la crisis climática y durante el encuentro se han intercambiado regalos: desde Catalunya él le ha llevado un libro sobre Pau Casals, mientras que ella ha obsequiado a Aragonès con un set para beber güisqui. Después de encontrarse con Simeoni, Aragonès tiene prevista una reunión con el presidente de la Asamblea de Regiones de Europa (ARE), Magnus Berntsson.

En la imagen principal Gilles Simeoni, el presidente del Consejo Ejecutivo de Córcega / ACN