La adhesión de la presidenta de Coca-Cola European Partners, Sol Daurella, al consejo ejecutivo del Consejo de Diplomacia Pública de Catalunya, el Diplocat, no ha sentado muy bien en el entorno de los contrarios a la independencia de Catalunya. Twitter y medios estatales han salido a la carga contra ella para situarse entre las 39 personalidades que contribuirán a "proyectar Catalunya en el mundo", al lado de personas como Xavi Hernàndez o Carme Ruscalleda.

Bajo el hashtag #CocaColaRompeEspaña, centenares de usuarios han empezado a promover un boicot contra Coca-Cola por posicionarse, según su opinión, a favor del proceso catalán y se ha convertido en 'trending topic'.

Y no sólo han sido consumidores de pie de calle. Políticos y medios españoles también se han sumado a cargar contra ella.

Entre ellos, el exdiputado de Ciudadanos Jordi Cañas ha dejado ir que "parece ser que a Coca-Cola no le importa despreciar y humillar a sus consumidores".

La noticia de su adhesión al Diplocat ha provocado un alud de tuits en la red, que han dado la vuelta a la tortilla a la noticia. "Sol Daurella defenderá romper España por todo el mundo", dicen algunos.

Muchos ya están animado la gente a cambiarse a la Pepsi-Cola.

Diferentes voces han asegurado que no comprarán nunca más esta bebida.

Mientras tanto, ha habido quien ha ido un paso más allá y, en un episodio de continuidad a la cruz que ya hace años que arrastran algunas empresas catalanas que se han mostrado favorables al proceso -o al menos al derecho a decidir-, se ha vuelto a compartir una imagen de "marcas que no tienes que consumir nunca más" y piden hacer difusión "por si a alguien pudiera interesar no dar dinero a la causa".

También han salido a la luz diferentes 'memes' relacionados con esta cuestión.

Los medios estatales también se han lucido. Economía Digital titula la noticia sobre la adhesión de la presidenta de Coca-Cola al Diplocat "Sol Daurella ayudará a exportar el separatismo catalán", mientras que para El Mundo lo que ha hecho Daurella es "ceder su imagen a Puigdemont" y OKDiario asegura que "se une a su plan independentista".

Boicot al cava por el Estatut

Sin embargo, esta no es la primera vez que ciudadanos españoles amenazan con boicotear productos catalanes. El año 2005, el sector del cava catalán ya sufrió una pérdida de más del 4% en ventas en el resto del Estado, unos nueve millones de euros menos de facturación que el resto de los años.

¿El motivo? Haber aprobado el proyecto de Estatuto catalán, aunque las empresas del cava no se posicionaran a favor -ni en contra- de la autodeterminación de Catalunya. Parece ser que este, para los consumidores, no es un dato relevante porque ellos las identifican como empresas que se visualizan como catalanas.

Ahora bien. El boicot ya empezaba a sacar la cabeza la Navidad de 2004, después de unas polémicas declaraciones del entonces líder de ERC, Josep-Lluís Carod-Rovira. El problema es que, como se quería boicotear el cava, los lotes navideños ya estaban preparados y no salió bien.

La otra buena noticia fue que a pesar de perder estas ventas en España, el cava catalán ganó protagonismo en el exterior y las exportaciones. Y ahora, las exportaciones catalanas cada vez crecen más.

Boicot al margen del proceso

Otros boicots en la historia de Catalunya demuestran cómo las cuestiones políticas no son el único motivo de boicot. El año 2003, Leche Pascual dejó de comprar a los ganaderos catalanes porque la Generalitat se negó a aceptar como yogur un producto del grupo.

Pero la cosa no les salió bien del todo. Los consumidores catalanes les hicieron un contra-boicot, de manera que Pascual perdió entre un 15 y un 20% de ventas en Catalunya. Al cabo de poco tiempo, Leche Pascual volvía a comprar a los ganaderos catalanes.

Eso sí. Los economistas Modesto Quinjoan y Xavier Cuadras ya publicaban en 2011 en el libro Sin España que "la posibilidad de que se produzca un boicot comercial en el momento en que Catalunya decidiera encaminarse hacia la independencia es del todo real".