La manifestación convocada por Societat Civil Catalana en contra del proceso independentista, bajo el eslogan "Paremos el golpe", no ha tenido un gran poder de convocatoria: no se ha conseguido llenar la Via Laietana, y en el acto final, la plaza Sant Jaume presentaba grandes claros. Aunque el PP y Ciutadans habían anunciado que asistirían a la manifestación, no había banderas ni consignas de estos partidos. Sólo había cierta presencia de camisetas y bufandas de la sección española de fútbol. De hecho, incluso se habían repartido unas pancartas que decían "Malos gobiernos dividen a los pueblos: Rajoy, Mas, etc., etc." (algunos de los asistentes habían roto la parte que mencionaba a Rajoy). Tampoco ha habido una masiva presencia de grupos ultraderechistas, aunque no han faltado algunos legionarios. Uno incluso lucía una camiseta que indicaba: "La Legión no se rinde, se reagrupa en el infierno".
Personas mayores
Mayoritariamente, los asistentes a la concentración eran personas mayores, aunque los organizadores han intentado colocar a gente muy joven en la animación del acto. En algunos casos, acudían en familias. La marcha ha transcurrido en un ambiente tranquilo, sin gran exaltación. En la cabecera predominaban los gritos de "Paremos el golpe" o "No, golpe no, golpe no, golpe no" y los clásicos, "Yo soy español, español, español" o "Que no nos engañen, Catalunya es España". Pero en la cola la mayor parte de la gente desfilaba en silencio, sin mucho entusiasmo. Hacia el medio, monótono, un altavoz instalado en un coche repetía los artículos de la Constitución referentes a la unidad de España. El camión que encabezaba la manifestación, en cambio, combinaba el himno de España (muy episódicamente) con música rock y con bachata.
Las senyeres bajo mínimos
Frente a ocasiones anteriores, en las que Sociedad Civil Catalana había intentado repartir muchas banderas catalanas unidas a las españolas, en esta manifestación el predominio absoluto era de la bandera española (acompañada de algunas europeas y catalanas). En su mayoría constitucionales, aunque también había algunas con el toro, con escudos militares e, incluso, una solitaria bandera republicana. Al final del acto, Mariano Gomà, presidente de Societat Civil Catalana ha proferido uno "Visca Catalunya!", que ha sido coreado por pocos de los asistentes, en cambio, el "¡Viva España!" posterior ha sido masivamente respondido.
Llamamiento a la fuerza
Aunque la mayoría de las consignas apelaban a la "convivencia" frente a la "división" o la "independencia", no ha faltado el llamamiento a la aplicación de medidas coercitivas por parte del Gobierno, como el eslogan "Golpistas a la cárcel". Estaban también los que pedían mayor contundencia al gobierno (como "Rajoy rajao", en una pancarta). En varias ocasiones los manifestantes han pedido que "se pare el golpe" (el procés). En este acto, los convocantes, de nuevo, se han presentado como representantes de la "mayoría silenciosa". En los parlamentos finales, se ha llegado a decir que "la mayoría de los catalanes no son independentistas, pero no se han enterado".
Victimismo unionista
Toda la manifestación se encaminaba a presentar a los unionistas como un sector discriminado por el Govern. Una pancarta apuntaba: "Las víctimas del nacionalismo exigimos justicia y reconocimiento". Los organizadores han afirmado que la realización de esta manifestación es un triunfo, porque se ha superado el "miedo" y las "amenazas". Han afirmado que "nos tienen a todos fichados ilegalmente". E incluso en los parlamentos se ha argumentado que el proceso "nos quiere expulsar de nuestra tierra". No han faltado las críticas al procés basadas en los escándalos de corrupción de la familia Pujol y el 3%. Había pancartas con el eslogan "El proceso nos roba". Algunos manifestantes llevaban fotografías de la familia Pujol con el rótulo de "imputado" sobre todos sus miembros. En algún momento se ha gritado "¡Pujol a la prisión!" (uno de los manifestantes ha respondido "Mejor que lo manden a Guinea Ecuatorial, para que se lo coman ahí").
Con el establishment
Los parlamentos y las pancartas apelaban a la adhesión de los asistentes a la ley. Algunos gritos ensalzaban la Constitución y los parlamentos finales han insistido en que hay que cumplir la legalidad, porque "sin ley no hay democracia". Han hecho, en consecuencia, un llamamiento a los partidos que "defienden el Estado de derecho" para que actúen contra el Govern de la Generalitat, que quiere organizar un golpe "a la España constitucional y democrática". El acto ha acabado con la interpretación de la Marcha Real, el himno español. No se han visto brazos en alto. Algunos asistentes han tatareado el himno a la vez que hacían ondear sus rojigualdas.
¿Normalización lingüística?
Algunas de las pancartas que se han repartido, en catalán, contenían graves errores ortográficos. Una tronaba contra los "Mal goberns" que "divideixen a la gente". En otra constaba "Conviura, no dividir-nos". Los animadores de la manifestación combinaban el catalán con el castellano, pero su catalán incluía términos incorrectos como "cabecera" (por 'capçalera').
Disputado balcón del Ajuntament
Al acabar el acto, dos regidores de Ciutadans en el Ajuntament de Barcelona, Koldo Blanco y Paco Sierra, han salido al balcón de la casa consistorial exhibiendo un cartel de Societat Civil Catalana en el que se destacaba: "Aturem el cop". Los asistentes les han aplaudido y rápidamente han abandonado el lugar. Recordemos que en la Mercè de 2015 tuvo lugar una gran polémica, porque el líder de Esquerra Republicana en el Ajuntament, Alfred Bosch, desplegó una estelada en ese mismo balcón. Bosch tuvo que acabar disculpándose, ante la disputa que generó su iniciativa.
Optimismo
Aunque este acto ha demostrado que Societat Civil Catalana no consigue aglutinar a todos a los catalanes partidarios de la unidad de España, el tono de los participantes era triunfalista. Había gritos de "Este proceso lo vamos a parar". En otros momentos, se ha dado el procés ya por finiquitado. No obstante, Mariano Gomà, presidente de Sociedad Civil Catalana, ha querido hacer una llamada de atención y ha advertido que el proceso hacia la independencia, que algunos no se creen, va en serio: "Si se los deja, lo harán", ha dicho. Sin embargo, ha acabado advirtiendo que "No van a conseguirlo porque estamos aquí y lo vamos a parar". El público ha respondido, a gritos, "Este golpe, lo vamos a parar" y "No tenemos miedo". Pero estaba bien claro que los asistentes no confiaban sólo en sus fuerzas, y que apelaban al socorro del todopoderoso Estado. "Love 155", decía únicamente una pancarta, invocando el artículo que permite intervenir la autonomía.