La flamante síndica de greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, aboga por la desjudicialización de todo tipo de conflictos, pequeños como los vecinales o bien grandes como la inmersión lingüística en las escuelas o el 'procés' soberanista. "La judicialización siempre tiene que ser el último recurso", afirma. Es por eso que vería una "barbaridad" que el Tribunal Supremo anulara los indultos a los políticos encarcelados por el "procés". Además, Giménez-Salinas, cree que hay que reformar el delito de sedición para encontrar una solución para los exiliados.

Así pues, Giménez-Salinas cree que la desjudicialización y la mediación tienen que ser la respuesta a todos los posibles conflictos, también al conflicto político catalán. "Es la línea adecuada, los tribunales no están para resolver estos problemas, ni los de lengua, se tienen que resolver en sociedad, con respeto, trabajando, asegura. En este sentido, indica que los indultos fueron un primer paso. Por esta razón, cree, anularlos sería una "barbaridad". "Hizo mucho daño judicializar el conflicto", opina.

Por otra parte, admite que se prevé un "otoño muy difícil" y que la institución se tiene que preparar para afrontar las problemáticas sociales que se agravarán. "Ahora viene un problema social enorme, un otoño complicado; pensamos que nos recuperaríamos de la pandemia y no hemos tenido ni tiempo y ya ha venido la guerra de Ucrania", vaticina.

Atención a los más vulnerables

Uno de los principales objetivos de la nueva sindica es la atención en los más vulnerables, como los niños y jóvenes, las personas mayores y las familias afectadas por la precariedad económica, que este otoño se pueden incrementar. Con respecto a la tarea de protección de los niños, cree que "se tiene que trabajar más la prevención", ya que "la pobreza es el primer maltrato". "Ayudando a las familias, se ayuda a los niños", ha remachado.

No obstante, también cree que las instituciones se tienen que adaptar a una sociedad más diversa que tiempo atrás. Así, según ella, los servicios sociales o la administración pública tienen que tener en cuenta esta diversidad. En esta línea, comenta que muchas leyes están hechas para las familias autóctonas, pero no para los recién llegados.

Paralelamente, Giménez-Salinas declara que las administraciones tienen que mejorar, ser más próximas al ciudadano y encontrar soluciones a las dificultades de parte de la población para comunicarse a través de internet.

El Síndic de Greuges recibe las quejas de la ciudadanía contra las administraciones. Para Giménez-Salinas, es bueno que los ciudadanos confíen en la sindicatura y envíen sus quejas, pero lo ideal, apunta, sería que no llegaran tantas, hecho que significaría que las administraciones funcionan mejor. Además, subraya que destapar los problemas es positivo, pero conviene contribuir con soluciones.

Apuesta por la justicia restaurativa

Con todo, Giménez-Salinas es una firme defensora de la justicia restaurativa. También cree en la prevención y la mediación. Su campo de pericia es el derecho penal, pero declara que antes de llegar a los juzgados los conflictos se pueden resolver previniéndolos y solucionándolos con mediación o con la justicia restaurativa y no con largas penas de prisión. "Si haciendo menos daño a la persona, se obtiene un resultado igual o mejor, vale la pena probarlo", asegura.