La llegada de la exconsellera Meritxell Serret al Parlament de Catalunya ha sido el momento más emotivo de la previa al inicio de la sesión de constitución de la nueva cámara. Después de su retorno ayer para declarar ante el Tribunal Supremo, la exconsellera inició un viaje que la llevó primero a su pueblo, Vallfogona de Balaguer (Noguera) y que hoy la ha llevado hasta el punto central de la política catalana para tomar posesión de su acta como diputada electa.

 

Al llegar la esperaban no sólo el presidente saliente, Roger Torrent, sino también una buena representación de los partidos políticos independentistas. Serret los ha saludado uno por uno para celebrar su retorno. Eso sí, el momento más emotivo ha sido el abrazo de Serret con la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que todavía disfruta del tercer grado y no ha querido perderse el inicio de la nueva legislatura. Las dos se han fundido en un largo abrazo después de mucho tiempo sin poder verse personalmente.

 

En declaraciones posteriores a El Món a RAC1, Serret ha explicado que empezó su viaje de vuelta el martes y que no se arrepentía de haberse marchado en su momento a Bélgica. "No me arrepiento, siempre he intentado tomar las decisiones a conciencia y asumiendo mis responsabilidades".

El Supremo la deja en libertad

Serret se presentó ayer por sorpresa ante el Tribunal Supremo, en Madrid, acompañada de su abogado, para comparecer ante el tribunal que juzgó y encarceló a sus compañeros de Govern y al cabo de poco salió en libertad. Los delitos por los cuales se la quiso procesar fueron malversación de fondos públicos y desobediencia. El alto tribunal argumentó ayer mismo que como no se había atribuido ningún gasto concreto para la organización del referéndum al departament que ella comandaba y teniendo en cuenta que al resto de consellers en su misma situación —Mundó, Borràs y Vila— se les absolvió del delito de malversación —que es el que puede comportar penas de prisión—, no se la debía privar de libertad.

 

Laura Borràs Meritxell Serret Roger Torrent Pere Aragonès Marta Vilalta Parlament - Sergi Alcàzar

Serret saluda al llegar al Parlament / Sergi Alcàzar

Una vez resuelto el trámite del Supremo, Serret se desplazó hasta Vallfogona de Balaguer, donde los vecinos la recibieron con aplausos y lágrimas de emoción. Serret, ante las cerca de 300 personas que la esperaban reconoció sentirse "contenta y desbordada emocionalmente" ante este recibimiento. "No sabéis lo feliz que me hace ver caras conocidas que han estado ahí siempre y otras que no hace tanto que están, pero a las que agradezco que hayan estado a mi lado", dijo visiblemente emocionada y con la voz temblorosa. Una emoción que este viernes ha repetido a las puertas del Parlament de Catalunya.

 

Imagen principal: Serret y Forcadell se funden en un largo abrazo / Sergi Alcàzar