En plena cuenta atrás para la publicación de la sentencia, cada vez son más las voces que apuntan hacia una posible condena por sedición y malversación a los miembros del Govern encarcelados y por desobediencia a los acusados que ahora mismo se encuentran en libertad. Este sábado, son El Español, El Mundo y la SER los medios que se suman a esta hipótesis, ya señalada por otras cabeceras y expertos durante los últimos días a la espera que se confirme el lunes cuando se notifique oficialmente la sentencia.

Según publican, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha llegado a un acuerdo unánime para condenar por sedición a los presos. Esta condena se traduciría en unos 15 años de prisión, el máximo que permite el Código Penal para este delito. Los miembros del Ejecutivo catalán afectados por esta condena serían el vicepresidente Oriol Junqueras, los consellers Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Joaquin Forn y Dolors Bassa; la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los líderes de la ANC y Òmnium Cultural Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Se descarta, pues, la acusación de rebelión que sostenía la Fiscalía. Según apuntan estos medios, el Supremo ha llegado a la conclusión que los "incidentes violentos" del 20-S y del 1-O "no supusieron que la violencia fuera concebida ni utilizada por los condenados como elemento estructural del plan para conseguir la secesión".

La condena de los presos también incluiría un delito de malversación de fondos públicos, pero no se concreta cuál será su extensión. Este dato es el que puede hacer variar la suma final de años de prisión.

El resto de los acusados, los exconsellers Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó, recibirían una condena por desobediencia que no implicaría prisión, sino penas de inhabilitación y multa. Los tres serían absueltos del cargo de malversación por el cual la Fiscalía y la Abogacía del Estado les pedían siete años de prisión.