Cuando parece que se encara la recta final antes de conocer la sentencia, en Lledoners la vida pasa entre la esperanza y la resignación.

No se sabe cuándo saldrá la sentencia, pero las múltiples quinielas han apostado para que sea esta semana. Toma fuerza el lunes que viene, 14 de octubre, entre la Hispanidad y el aniversario del fusilamiento a Lluís Companys. Con todo, nadie descarta que se alargue más allá del día 16 de octubre. Es el día que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart cumplirán 2 años en prisión provisional. Se tendría que prorrogar si no hay sentencia, un trámite nada complicado y que se sabrá, eso sí, esta semana porque se tendrá que citar a los abogados.

Hoy y mañana la sala segunda del Tribunal Supremo está deliberando. Una vez más, delibera. No lo ha dejado de hacer desde que el juicio quedó visto para sentencia el 12 de junio. Las reuniones de esta semana, sin embargo, se siguen con lupa. Si hay acuerdo y se resuelven las penas y los delitos, la sentencia sería inminente. Si no, se podría alargar un plazo que ninguna fuente oficial ha dado por bueno.

También hay quinielas sobre las penas. Se habla tanto de pena máxima, de cifras de dos dígitos, como de 6, 7 o 8 años de prisión e incluso de absolución para los que no están encarcelados. Y se habla tanto del delito de rebelión como el de sedición. Se habla mucho. Pero nadie concreta nada, porque nadie sabe qué ha decidido el tribunal presidido por Manuel Marchena. Algunas fuentes incluso apuntan a que la sentencia está hecha y acabada.

Con lo que coincide todo el mundo y nadie se equivoca es con el total hermetismo que hay.

Los presos esperan con ganas de salir en libertad

En Lledoners, Oriol Junqueras espera la condena más contundente. "Le caerá la máxima", explican fuentes judiciales. Al menos eso es lo que esperan especulando que la pena de prisión podría ascender entre los 12 y los 15 años. Su abogado estará en Luxemburgo el día 14 de octubre. Uno de los días de la quiniela. Para él sería el peor día. Sobre la sentencia, Andreu van den Eynde explica que "los clientes nunca quieren hablar de eso". Sobre Junqueras y Raül Romeva dice que "están muy bien, como siempre", y que "son testarudos y se lo pasarán mal cuando les caiga la sentencia". Para el abogado el peor momento es ahora: "Es tan bestia el embudo y la expectativa", dice.

Joaquim Forn es, junto con Oriol Junqueras, el miembro del Govern que no ha salido de la prisión desde que dictaron la provisional el 2 de noviembre del 2017. La justicia se quedó el líder político de los Mossos d'Esquadra. Su entorno dice que "se hace eterno esperar" y aseguran que, a pesar del escenario, está "muy esperanzado" y que cree que no tardará en salir en libertad.

En el otro extremo está Jordi Cuixart. El presidente de Òmnium está "convencido de que habrá condena y que será larga". Su abogada, Marina Roig, afirma que pase lo que pase "no le sorprenderá". La letrada ve muy posible una condena por sedición, aunque "pensaba que sería una sedición porque es más fácil de argumentar", pero en este caso todo es posible y nada es improbable.

De la presidenta del Parlament Carme Forcadell dicen que está tranquila, sin especificar que es por resignación o por optimismo. Forcadell se enfrenta a 17 años de prisión por un delito de rebelión.

Los Jordis y la prórroga de la prisión

Roig tiene un termómetro que le permitirá saber a media semana si la sentencia es ahora o después del 16. Es la convocatoria de la vista para prorrogar la prisión. La abogada explica que si mañana no hay acuerdo sobre las penas, el tribunal la podría convocar a ella y a Jordi Pina para la vista para la prisión provisional. Calcula que se haría entre el 14 y el 15 y que para evitar un nuevo traslado de presos, Cuixart y Sànchez podrían estar presentes por videoconferencia. Para Marina Roig el plazo de la prisión provisional "no es un obstáculo legal" y, por lo tanto, los magistrados no necesariamente tienen por qué tener prisa.

Fuentes del Tribunal Supremo, de hecho, apelan a la importancia de la sentencia y el caso y al hecho de que nadie nunca oficialmente puso ninguna fecha sobre la mesa, y que, por lo tanto, Manuel Marchena no tiene por qué correr ni hacer correr a los magistrados de la sala segunda para tener un texto que se mirará con lupa en todo el mundo, que creará jurisprudencia, que puede pautar la definición de violencia y que marcará la historia política.

Lo que pone sobre la mesa el abogado de Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, es el hecho de que anunciar una sentencia antes del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, es una temeridad. "Es de todo menos prudente que salga antes del día 12", dice Jordi Pina. Y apela al juicio de los miembros del tribunal. Según el abogado, con la fiesta de la Hispanidad y las movilizaciones habituales de la extrema derecha en Barcelona, el anuncio de la sentencia sólo podría buscar disturbios y situaciones conflictivas.

Por eso Pina es más partidario de que se haga pública el lunes 14, el peor día para Van den Eynde, que estará en Luxemburgo en la vista del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre si el líder de ERC, Oriol Junqueras, tiene inmunidad como eurodiputado. El abogado de Turull, Rull y Sànchez dice que no se quiere poner nervioso y tiene bastante asumido que la sentencia "será condenatoria" y espera que la pena de prisión "no sea de dos dígitos". Sànchez se enfrenta a 17 años de prisión por un delito de rebelión y Turull y Rull a 16 por uno de delito de rebelión y otro de malversación.

Según Pina, sus clientes esperan la sentencia con "tranquilidad y serenidad", "con la tranquilidad de esperar", matiza. Y sobre las especulaciones y algunos de los artículos que ha leído en la prensa española, sobre la posibilidad de que se pida cumplir la condena fuera de Catalunya, dice que lo tranquiliza porque sólo se explica ante unas condenas de pocos años de prisión. Jordi Pina está también a la expectativa de si se prorroga la prisión de Sànchez, que el día 16 hace dos años que está entre rejas. "Estoy absolutamente convencido de que Marchena no quiere prorrogar la prisión de los Jordis", dice. Y es que una prórroga sólo daría pistas de una condena contundente.

Pina intentará que Jordi Sànchez no tenga que ir a Madrid si hay vista de prórroga. "Es un derecho, no una obligación", dice.

La espera desde fuera

Carles Mundó, Santi Vila y Meritxell Borràs esperan la sentencia en libertad. "Cuando sea será", dice uno de los abogados. "El estado de ánimo va por semanas. Hay días que son muy optimistas", dice otro de los letrados.

Los tres se enfrentan a 7 años de prisión por un delito de desobediencia y malversación. Aunque también formaban parte del Govern, la fiscalía hizo un punto aparte con los tres consellers que no repitieron en las listas. Los tres que abandonaron la vía política.