El president de la Generalitat, Quim Torra, ha visitado este martes por la tarde a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, en la prisión de Mas d'Enric, en El Catllar, el día siguiente de que se hiciera pública la condena de once años y medio de prisión por sedición, y antes de visitar a los otros presos que están en Lledoners.

El Supremo le atribuye haber hecho "posible" la creación de una "legalidad paralela" y destaca que tuvo un "papel decisivo" en la dirección de un proceso de "creación normativa" que sirvió "de ilusoria referencia para una ciudadanía que iba a ser movilizada como instrumento de presión al Gobierno".

Después de casi una hora de visita, Torra ha explicado que Forcadell está serena, firme, fuerte y enérgica, pero también "indignada", ha dicho, como lo están muchos catalanes después de conocer la sentencia del Tribunal Supremo. "Ella cree que el juicio no se tendría que haber celebrado porque la sentencia estaba ya escrita y dice que no se ha juzgado a la presidenta del Parlament, sino a la persona, a quien fue la presidenta de la ANC", ha relatado el president.

Torra también ha apuntado que la expresidenta del Parlament opina que el tribunal "se ha acogido literalmente a las tesis de la fiscalía" y que sus alegatos "no han servido de nada" porque ya lo habían "prejuzgado". El president ha dicho que comparte la "indignación" por esta sentencia "que ya estaba desgraciadamente escrita y que sólo quería criminalizar y decapitar el movimiento independentista catalán".

Además, el president ha reiterado el rechazo del ejecutivo a la sentencia. "No lo aceptamos y seguiremos luchando por todo lo que ella ha luchado y por lo que le pedimos que luchara", ha concluido.