El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha condenado, en una entrevista en la televisión norteamericana CNN, la violencia y los incidentes que están causando las protestas contra la sentencia. "Cualquier persona que ha cometido un acto violento tiene que ser castigada", ha apuntado al presidente.

Torra ha aprovechado para desmarcarse de los incidentes y apuntado que no se siente "representado por la violencia" y que esta "podría obstaculizar nuestro camino hacia la independencia".

El presidente ha explicado que se está investigando si en estos disturbios participan "personas infiltradas" ya que, apunta, "eso no había pasado nunca en Catalunya".

Sobre si cree que hay posibilidades de dialogar con el gobierno del Estado, Torra se ha mostrado pesimista: "He llamado tres veces al señor ánchez y no ha respondido al teléfono. En esta situación tan grave lo encuentro incomprensible".

En este sentido, ha añadido que el presidente español quiere poner el foco al decir que en Catalunya hay un problema de convivencia y de violencia cuando "no es verdad". "Lo que hay es un problema de democracia", ha concluido.

Finalmente, ha descartado dimitir o convocar elecciones con el argumento que ante las sentencias, que suponen un "castigo injusto", hacen falta unas instituciones fuertes, tanto el Govern, la mayoría en el Parlament como los ayuntamientos.