El tribunal que juzga la causa del 9-N buscará que la sentencia sea por unanimidad, según han podido saber el ACN de fuentes próximas al mismo tribunal. Este está formado por tres magistrados y, de entre ellos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y de su Sala de lo Civil y Penal, Jesús María Barrientos, que es el poniente y por lo tanto el encargado de redactar la sentencia.

Desde este viernes, el juicio ya ha quedado visto para sentencia y los tres miembros del tribunal empezarán a deliberar para tomar una decisión. El espíritu con que afrontan la deliberación es conseguir la unanimidad, evitando así que haya algún voto particular, aunque eso supusiera la dilación del veredicto.

La causa por el proceso participativo del 9 de noviembre del 2014 ha quedado vista para sentencia después de una semana de juicio donde se ha podido oír los tres acusados, Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau, y más de una treintena de testigos, para intentar determinar cómo se organizó la jornada y si el Govern estuvo detrás de en todo momento o lo dejó en manos de los voluntarios después de la suspensión del Tribunal Constitucional (TC).

¿Inhabilitación?

La fiscalía ha mantenido las peticiones de penas de 10 años de inhabilitación para Mas y 9 para Ortega i Rigau por los delitos de prevaricación y desobediencia. Por su parte, la acusación popular pide 10 años de inhabilitación para cada acusado y las defensas reclaman la absolución.

En la jornada del lunes, precedida de una gran manifestación soberanista en las puertas del Palacio de Justicia, declararon los tres acusados, defendiendo que actuaron según la legalidad y que la suspensión del Constitucional detuvo cualquier acción del Govern a partir del 4 de noviembre, aunque la providencia del TC era poco clara. Así, aseguraron que todo quedaba en manos de los voluntarios y de las empresas privadas a las cuales ya se había pagado para hacer los trabajos que ultimaron el mismo fin de semana de la votación.

La del martes fue la sesión más larga, de mañana y tarde, con dos partes muy diferenciadas. Por la mañana se oyeron versiones contradictorias sobre las supuestas presiones que Enseñanza habría hecho a directores de instituto para que abrieran los centros el domingo 9 de noviembre. Por la tarde fue el turno de responsables de empresas tecnológicas contratadas por la Generalitat con el fin de hacer funcionar la web www.participa2014.cat y los ordenadores portátiles de las mesas electorales.

Ninguna supervisión

El miércoles fue el turno de los testigos más políticos, con Francesc Homs, Núria de Gispert, Xavier Trias o Joan Rigol, entre otros. Homs, que declaró acompañado de su abogada porque está pendiente del juicio en el Supremo, fue el más contundente en la defensa de la legalidad del proceso, y se enfrentó, dentro y fuera de la sala, con el fiscal, que no le quiso hacer ninguna pregunta.

El jueves declararon algunos voluntarios, que reafirmaron que no tuvieron ninguna supervisión de la Generalitat, un cargo de Gobernación que negó que el Govern siguiera gestionando el proceso participativo después de la suspensión del 4 de noviembre, y dos peritos informáticos de la Guardia Civil que destacaron que los archivos informáticos de los ordenadores portátiles tuvieron cargas de información cuando el proceso ya se había suspendido por el TC.

Mínima intervención

Durante todas las sesiones, Barrientos ha querido intervenir el mínimo posible, manteniendo un tono cordial, pero ha sido estricto con algunas intervenciones, cortando acusados, testigos o abogados y fiscal cuando hacían preguntas o respuestas que, según su criterio, no se ajustaban a los hechos y motivos del juicio. Así, recriminó a Mas, Homs o la exdiputada Gemma Calvet que dieran masas argumentaciones políticas, o impidió preguntas de alguna de las partes que iban más allá de lo que, según el magistrado, algún testigo tenía que responder.

Una vez celebrado el juicio, ahora es el turno de deliberación de los tres magistrados que se puede alargar semanas o meses. El presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal Carlos Ramos, y el magistrado de la Sala Contenciosa-Administrativa Eduardo Rodríguez Laplaza, empezarán a partir de ahora a deliberar para emitir una sentencia, que fuentes próximas al tribunal aseguran que quieren que sea por unanimidad.

La deliberación puede coincidir con la celebración en el Supremo del juicio contra Homs o la redacción de la correspondiente sentencia. Su causa se celebra en el Supremo y no en el TSJC dada su condición de diputado en el Congreso de los Diputados. Este juicio se celebrará del 27 de febrero al 1 de marzo. Hay que recordar que Homs no podrá recurrir al mismo Supremo si la sentencia es condenatoria, sólo podría hacerlo delante del TC. Pero los tres juzgados en el TSJC sí que podrán recurrir al TS, órgano que ya habrá juzgado Homs sobre la misma causa y que podría tener dos sentencias contradictorias sobre los mismos hechos.