Sobriedad, contención y discreción. Son los tres principios que reinarán en el homenaje del segundo aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils. Ya han pasado dos años de aquel 17 de agosto, a las 17 horas, de 2017 cuando una camioneta se adentraba Rambla abajo, dejando por el camino un montón de vidas truncadas. El reguero de sangre se extendería poco después hasta el parking de la Zona Universitaria de la ciudad y ya por la noche por el paseo marítimo de Cambrils. El resultado: 16 muertos, más de un centenar de heridos y numerosos damnificados más con secuelas psicológicas.

Víctimas y familiares volverán a revivir el drama dos años después y quieren hacerlo sin que el recuerdo se convierta en un espectáculo. Bajo esta premisa se ha organizado el homenaje oficial, intentando huir de la grandilocuencia del primer aniversario. El acto que han preparado el Ayuntamiento y la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por Terrorismo, que nació precisamente a raíz del 17-A para coordinar la atención a las víctimas, será corto y sin discursos. A las 10 de la mañana, en el Pla de l'Os, justo en el punto donde la furgoneta acabó su recorrido mortal, habrá una ofrenda floral que culminará con el Cant dels Ocells.

Ni el Rey, ni Pedro Sánchez

Participarán las principales autoridades catalanas, encabezados por el president del Govern, Quim Torra, el del Parlament, Roger Torrent y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En representación del Gobierno asistirán el ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, y la delegada en Catalunya, Teresa Cunillera. También estarán el vicepresident Pere Aragonès, los consellers de Interior, Justicia, Exteriores y Presidencia. A diferencia del año pasado, según informa Moncloa, el homenaje no contará con la presencia de Pedro Sánchez. Tampoco se espera al rey Felipe VI.

De hecho, la participación del monarca el año pasado fue motivo de polémica. Entonces, además del minuto de silencio se organizó un acto en la plaza Catalunya que condujo a la periodista Gemma Nierga que terminó salpicado desde distintos flancos. En torno al perímetro de seguridad, una protesta contra el Rey le recordaba la relación de la monarquía con la venta de armas a Arabia Saudí. Dentro, quejas contra el hecho de que Nierga hiciera parte del discurso en catalán.

Acabada la ofrenda en la Rambla, Torra y Colau ofrecerán recepciones privadas a las víctimas. Al día siguiente, la jefe del ejecutivo se desplazará hasta Cambrils, donde hará una ofrenda floral en el memorial instalado el año pasado en el Paseo Marítimo. Ya el lunes, el president de la Generalitat tiene previsto visitar en la prisión de Lledoners al conseller de Interior durante los atentados, Joaquim Forn. Ahí aprovechará para verse también con Oriol Junqueras, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva. 

Actos alternativos

Al margen del acto oficial, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (la ACVOT) y los CDR, han convocado otros. En caso del ACVOT, se quejan de que son una entidad "olvidada" por parte de las instituciones catalanas, así como de un intento de politización de este segundo aniversario por parte del Ayuntamiento y la UAVAT. Por ello han contraprogramado con un acto separado que contará con la presencia del exdelegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, además de Sociedad Civil Catalana y concejales del PP y Ciutadans y el diputado de VOX por Barcelona en el Congreso.

Y aún otra cita alternativa. Los CDR han montado a una concentración a las 12 del mediodía en la Sagrada Família para "dar apoyo a las víctimas y exigir la verdad de lo que se esconde detrás de los atentados".