Convertir España en un Estado Federal y, a partir de aquí, incluir una cláusula en la Carta Magna que facilite la secesión de cualquier territorio. Esta es la fórmula que propone Benito Aláez, catedrático de derecho constitucional de la Universidad de Oviedo, para superar el bloqueo del debate territorial.

En definitiva, darle una solución legal y al mismo tiempo democrática. Armonizar la exigencia de respeto a la legalidad constitucional que piden unos y tener en consideración las aspiraciones democráticas que pueden surgir en una minoría territorial dentro del Estado; hoy sería el caso de Catalunya, pero en el futuro, otros territorios.

Aláez lleva más de un año trabajando en esta idea y lo ha defendido en varias ponencias, tanto en congresos españoles (Congreso de la Associación Española de Constitucionalistas de 2015) como internacionales (II Ways of Federalism Conference 2015).

Para incluir esta hipotética cláusula de secesión, el Estado español tendría que ser previamente un Estado formalmente federal. Por lo tanto, en primera instancia, habría que plantear esta reforma constitucional, en concreto, y modificar simultáneamente el título preliminar de la Constitución, el artículo 1 y 2, referente al carácter nacional de la soberanía del pueblo español y su indisoluble unidad.

Y entonces, según la propuesta de Aláez, se debería introducir este procedimiento de secesión dentro del título X del texto constitucional. De esta manera, cualquier comunidad autónoma podría decidir de manera unilateral, pero reglada jurídicamente, poner fin a la vigencia de la Constitución en su territorio.

Para hacer las dos cosas, harían falta 2/3 del Congreso, 2/3 del Senado, nuevas elecciones, otra vez 2/3 de las dos cámaras y finalmente una aprobación por mayoría de votos en un referéndum en todo el pueblo español. Por todo ello, el propio catedrático, Benito Alàez, reconoce que "a día de hoy ciertamente es muy difícil el consenso político necesario para hacerlo", pero cree que este mecanismo podría ser una buena solución, ya que las dos posturas, la separatista y la centralista, "son irrenconciliables".

¿Qué hacer después para ser independiente?

Básicamente habría 3 pasos a seguir:

  • Cualquier parlamento de las CCAA con mayoría cualificada (2/3 de sus miembros) podría plantearlo, si previamente lo contemplaba también el programa electoral.
  • Después, se abriría un periodo de negociación de dos años entre las dos partes (Estado y territorio) para encontrar una alternativa. Si no se tendrían que acordar los términos económicos, legales, etc.
  • Finalmente, los ciudadanos del territorio que pide la secesión tendrían que votar en referéndum y este tendría que ser aprobado por 3/5 de los electores como mínimo. (o quizás 2/3, dada la trascendencia de la decisión)

Una propuesta bien recibida

Científicamente, según el catedrático, la propuesta "ha sido acogida como algo teóricamente bien construido y jurídicamente posible" por buena parte de los académicos del derecho constitucional, pero con "reservas sobre su viabilidad política actual".

Es más, la fórmula no ha sido trasladada directamente a los partidos, pero según le consta a Alàez, mediante "contactos académicos" de En Comú Podem y del PSOE, tanto "Podemos como los socialistas lo deberían conocer".

De hecho, la reforma constitucional que propone el partido de Pedro Sánchez podría abrir el camino a este artículo de secesión, pero al mismo tiempo el experto considera que "no sería suficiente y dejaría la cuestión territorial todavía cerrada en falso".