El exconseller del Govern Santi Vila ha pinchado en la presentación en Madrid de su libro De héroes y traidores. El dilema de Catalunya o los 10 errores del procés, que no ha contado con la presencia de ningún dirigente político destacado, siquiera de la formación donde todavía milita, el PDeCAT. "Ha venido la consejera de cultura de Aragón, pero del entorno más institucional. Ahora bien, cuando el libro se presentó en un acto en Barcelona, fueron representantes de PSOE, Partido Popular, PDeCAT... Evidentemente cada uno es libre de asistir donde quiera", se ha excusado, preguntado por El Nacional.

La cuestión es que en las previsiones de agenda del PP estaba anunciada la presencia del vicesecretario de políticas sociales Javier Maroto. Si bien, este ha tenido que cancelar su asistencia, debido a "reuniones" de última hora, según fuentes consultadas han explicado a este diario. Eso sí, al encuentro han asistido el magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín; el líder del sindicato UGT, José María Ávarez; el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, además de personalidades del cuerpo de diplomáticos, según los organizadores del acto.

Presentado por el periodista Manuel Campo Vidal en un auditorio con unas 150 personas, Vila ha confesado que había recibido críticas de "oportunismo" por la publicación. El exconseller, si bien, se ha excusado en la "necesidad" de explicar su visión "honesta" sobre las semanas previas al 1 de octubre y la declaración de independencia. Por eso, ha reconocido que el relato podría contener "inexactitudes, pero no falsedades", en respuesta a las palabras de Carles Puigdemont y Toni Comín, sobre que Vila no asistió a la totalidad de las reuniones preparatorias del procés.

El hecho es que Vila se ha mostrado "herido" por aquellos que le habrían increpado, acusándole de alinearse con el Estado, o que, incluso, le habrían difamado con que pactó con la Fiscalía —algo que se desmentiría con la filtración de la declaración ante la Audiencia Nacional, a su parecer—. "En las redes sociales se hicieron acusaciones tan graves. La gente estaba muy hipersensible aquellos días tan intensos, pero no hubo rectificación, ni nada que se parezca. Me encontraba con jóvenes y adolescentes muy excitados. Claro, ¿quién no se apunta a un desafío contra el Estado?", ha dicho sobre el clamor independentista.

Vila tampoco ha ahorrado críticas contra ERC, tal como ha hecho en las diversas entrevistas que ha ofrecido en otros medios. El exconseller ha dicho que la noche del 26 de octubre "se fueron a dormir" creyendo que habría comicios, pero al día siguiente la respuesta no habría sido tal. "Si tomáis esa decisión, os haremos una campaña y os acusaremos de cobardía", es lo que habría recibido Puigdemont por parte de los republicanos, ante la voluntad de convocar elecciones. Eso sí, ha criticado que por el lado del Estado "no hubo una señal" que indicara que no se aplicaría el 155 si no había DUI.

Ya a la salida, el exconseller abogó porque el 2018 sea el año de la "rectificación", tras el "bienio desafortunado" vivido entre 2016 y 2017 con el procés. "Si alguien salió derrotado de la última legislatura en Catalunya, fue la moderación", dijo sobre la posición que habría intentado mantener a lo largo de este tiempo. Por ello, ha llegado a afirmar que "cientos de miles de ciudadanos" situados en dicho espacio no se sentirían "representados" por los partidos actuales. "Ese espacio del centro hay que ocuparlo, porque, hasta ahora, quien intentaba moverse hacia él, era aporreado", zanjó.