El exconsejero de Cultura, Santi Vila, ha llegado a los juzgados oscenses este miércoles, cuando faltaban diez minutos para las diez de la mañana, hora establecida por la jueza de instrucción 3 para tomarle declaración como investigado por los presuntos delitos de desobediencia y prevaricación en el caso Sixena. Antes de entrar en el Palacio de Justicia oscense, acompañado de su abogado, Juan Segarra, ha reconocido sentirse "resignado", cuando los medios de comunicación le han preguntado cómo afrontaba este procedimiento judicial.

Antes de Vila, han llegado a los juzgados el alcalde de Vilanova de Sixena, Ildefonso Salillas, con su abogado, Jorge Español, que denunció inicialmente tanto Villa como su sucesor en el cargo, Lluís Puig, por no haber entregado en Aragón las 44 piezas de arte originarias del Monasterio de Sixena que se encontraban depositadas en el Museo de Lleida, a pesar de existir una orden judicial. Vila ha entrado a declarar a las 10.10h.

Español ha explicado que en caso de que la jueza considere que hay bastantes indicios para juzgar Villa, de prevaricación, las penas en las cuales se lo podría condenar serían de hasta 15 años de inhabilitación por el delito de prevaricación y a dos años de suspensión de cargo público así como una multa que podría llegar a los 30.000 por el delito de desobediencia.

Además, ha dicho Español, está previsto que la fiscalía solicite también que se le reclamari como responsabilidad civil los gastos de la operación policial en el Museo de Lleida para llevarse las 44 obras de arte y que la consejera de Cultura de l'Aragó, Mayte Pérez, cifró en más de 20.000 euros.