La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, considera que el actual Gobierno catalán "no va a ningún sitio" porque ha perdido la "capacidad de representar el conjunto de todos los catalanes". También ha opinado que las diferencias entre los socios de gobierno, PDeCAT y ERC, son "un síntoma del fracaso" del proceso independentista y del "atracón" que este tema genera, a su juicio, en la sociedad catalana.

En una entrevista en RNE, Santamaría no ha querido hacer "apuestas" sobre si habrá elecciones anticipadas en Catalunya, pero acto seguido ha dicho que el actual Gobierno catalán "no va a ningún sitio" y que los catalanes merecen "otro tipo de instituciones" que se centren en sus problemas y que los representen a todos.

Y es que, según Santamaría, el actual Gobierno sólo está para "cumplir las expectativas de la CUP para mantenerse en el Gobierno", a las cuales a su juicio es la única cosa que parece interesar a algunos. Además, está convencida de que el llamado proceso ahora sólo es en un ámbito "en el qué se retroalimenta la Generalitat", mientras los catalanes tienen otras necesidades y preocupaciones.

En la misma línea, ha defendido que la independencia no es la opción preferida por los catalanes, por mucho que se "vendieran" así los resultados de las últimas elecciones, sino que son bastantes más los partidarios del Estado autonómico con más o menos competencias.

Por este motivo, cree que al mantenerlo, "algunos lo que quieren es seguir dándole hilo a una cometa que no vuela porque se han cargado su propio partido y eso es muy complicado de bregar". Se ha dirigido así a los dirigentes de la antigua CDC, hoy PDeCAT, que ahora está en sus "peores momentos", ha perdido su grupo en el Congreso y se ha "diluido" en Junts pel Sí. Por eso, les ha pedido una "reflexión": "Cuando no te siguen detrás, quizás quien se ha equivocado eres tú", ha sentenciado la vicepresidenta del Gobierno español.

"El referéndum no se celebrará ni se acordará"

Santamaría ha dejado claro que tan en ERC como en el PDeCAT les dice "el mismo", que "el referéndum ni se celebrará ni se acordará". Según ella, es porque se trata de una cuestión que no pueden decidir los gobiernos, y que no es "admisible" la actitud de la Generalitat de decir que o hay referéndum pactado, o será unilateral.

En cambio, ha insistido en que el Gobierno español sí está dispuesto a hablar de problemas como la financiación de los servicios públicos o de la de los centros tecnológicos. Cuando se le ha preguntado si el Gobierno estaría dispuesto a transferir más competencias en Catalunya, se ha limitado a responder que ya se han abierto vías de diálogo, que dentro de la ley y de la Constitución se puede hablar y que España ya es un Estado muy descentralizado.

Eso sí, en este punto ha dejado claro que un Estado descentralizado también requiere esfuerzos para su gestión y que el problema precisamente es que la Generalitat "hace tiempo que ha perdido la lealtad institucional" necesaria para trabajar en beneficio de los ciudadanos. La vicepresidenta ha dicho no tener constancia de ninguna reunión prevista entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Carles Puigdemont, pero ha asegurado que el jefe del Ejecutivo está "muy pendiente de lo que pasa en Catalunya" y que el presidente catalán conoce su posición, incluido el hecho de que si hay que solucionar "cualquier problema" que entre dentro de los márgenes de la Constitución Rajoy siempre está dispuesto.