La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado este jueves en una entrevista a Antena 3 que el registro de la Guardia Civil en el Palau de la Generalitat se corresponde al ámbito de las "decisiones de los jueces" fruto del hecho de que existen "imputaciones por malversación" en la causa que investiga el 1-O, y ha añadido que "no se puede utilizar el dinero de todos para las aspiraciones políticas ilegales de unos pocos".

La vicepresidenta ha explicado que precisamente por este motivo su Ejecutivo ya ha enviado al Tribunal de Cuentas facturas "especialmente del Diplocat" y ha puesto a disposición de los jueces y del Tribunal de Cuentas "todo lo que nos han pedido".

Durante la entrevista también ha insistido en reivindicar un candidato a la presidencia de la Generalitat "dentro de la ley y fuera de la prisión" y ha acusado a Puigdemont de hacer de este debate "su modo de vida".

Derecho al apellido

También ha acusado el presidente del Parlament, a Roger Torrent, de haber tenido una actitud "machista" con ella porque "en el mismo discurso" citó al presidente destituido con su nombre y apellido, Carles Puigdemont i Casamajó, y a mí 'vicepresidenta Soraya'. "Tenemos derecho al apellido y que se nos trate con la misma dignidad", ha dicho.

La vicepresidenta se ha vanagloriado de que la aplicación del 155 no ha comportado movilizaciones sociales en Catalunya y, por el contrario, está permitiendo que su ejecutivo "adopte decisiones" como el pago del tramo de la paga extra de los funcionarios pendiente del 2012. "Cobra todo el mundo porque nosotros gestionamos", ha afirmado antes de asegurar que además de convocar elecciones y destituir al gobierno elegido a las últimas elecciones, el 155 ha aportado "una cierta tranquilidad".

Bloqueo del Parlament

En este marco ha apuntado que "no "sabe" si se repetirán las elecciones en Catalunya, pero ha añadido que no le parece "lógico" que el Parlament "esté sin hacer nada porque son incapaces de ponerse de acuerdo". "Han mentido, han vendido cosas imposibles, han jugado con tanta gente que ahora cuesta mucho que se pongan de acuerdo porque no hay salida" y "tienen que volver a la ley".

Sáenz de Santamaría ha insistido en que en los últimos meses "gente que pensaba de otra manera ha salido a expresarlo" y se ha visto también que "el independentismo baja en las encuestas".

Con todo, ha afirmado, "hay gente irreductiblemente independentista porque es como una creencia casi religiosa, pero los sumos sacerdotes les han mentido, los han dicho cosas que no poden ser, han alimentado unas expectativas que son irrealizables y han generado un problema".