Mientras el juicio del 9-N calienta el movimiento soberanista, el conflicto eleva también su intensidad en Madrid con ERC y el PDeCAT. La sesión de control en el Senado de este martes se ha convertido en un intercambio de reproches duros entre los dos partidos independentistas y la vicepresidenta y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría. Por el lado de los primeros, el motivo ha sido la presunta Operación Precinto; por el lado del Ejecutivo, la presunción de que el procés esconde una voluntad de "victimización" de sus líderes y "comodín" de otros intereses.

El senador del PDecAT, Josep Lluís Cleries, han preguntado a Santamaría si hacer público que habría algunas inversiones, además de cerrar colegios, eran la respuesta a las demandas del 80% del pueblo de Catalunya. "Usted dialoga sola, vino el viernes a Catalunya y se olvidó de comunicárselo al conseller de Territori [Josep Rull]. Saben más de precintar que dialogar. Pero ¡ aquello que no consiguió la dictadura, no lo harán ustedes"!, la ha increpado Cleries.

La vicepresidenta ha insistido en que "le molestaba más" que ella hablara con la sociedad catalana que el hecho de hacer cumplir la ley. Fuentes del gobierno consultadas por este diario explicaron que no se había avisado Rull porque la obra del Prat "la paga el Estado", a la vez que denunciaron que aquella misma mañana el conseller había celebrado una mesa por el Corredor Mediterráneo, "que también paga el Estado", y no la invitaron.  "Si le preocupan los maestros realmente, escuche lo que están diciendo estos días", ha cerrado sobre la declaración en el Tribunal Superior de Justicia de una directora de escuela crítica con el 9-N.

Molesto, el representante del PDeCAT ha criticado las intenciones reales de cumplir la ley de forma absoluta. "Cree en la ley, pero la del más fuerte. Su gobierno no cumple con 34 sentencias contrarias del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo", ha dicho. También ha denunciado la reacción del Estado frente el soberanismo los últimos años. "Han pasado de la recogida de firmas contra el Estatuto, a decir que el 9-N era una pachanga, al ataque al máximo representante de nuestras instituciones, que actúa en nombre de todos," ha remachado sobre el expresident Artur Mas. "No nos sentimos representados por un gobierno como el suyo"!, se ha quejado.

Santamaría se ha girado acusando al Govern catalán de intransigencia. "Se ha contestado usted solo: referéndum o referéndum, eso es lo que usted entiende por diálogo. El diálogo no es una operación, es una convicción. No mienta a la gente, España es un país democrático, lo que es antidemocrático es no querer cumplir las sentencias. ¿Es que Alemania o Italia no son democracias? En el Véneto y en Baviera tampoco habrá referéndum", ha recordado.

La vicepresidenta ha elevado el tono para cargar contra la refundación del PDeCAT y los supuestos escándalos del 3%. "No se hagan las víctimas, cuando son responsables. Siempre se acogen al comodín del proceso. Fue la CUP quien echó a Mas. No estoy interesada en los resultado de sus partidos. Fíjese en la radicalidad a que están sometiendo a la gente con el modelo de la CUP. ¡Este gobierno nunca abdica de sus responsabilidades!", ha cerrado la número dos de Mariano Rajoy.

Miquel Estradé, senador de ERC, ha hecho un alegato reflexionando sobre la génesis histórica de la democracia, y ha recordado que en el resto de Europa sí que se habían puesto urnas. "Siempre ha salido perdiendo la ley cuando había una reivindicación así, siempre sale perdiendo la ley y se impone la libertad. La ley es el último refugio de los opresores", se ha quejado.

La vicepresidenta ha usado este símil para atacar las declaraciones del exsenador Santiago Vidal. "Usted no cree en la ley, en el Estado de derecho, ni en la democracia. No me extraña, porque las convicciones democráticas han quedado desacreditadas con las declaraciones de Vidal sobre datos ilegales. ¿Me explica por qué a un señor de su partido lo elevaron a la categoría de padre de la Constitución catalana? No sé cómo sería el capítulo de derechos. En su partido, quien paga el pato es el chivato", ha respondido, ante las palabras de Estradé en el sentido de que el Partido Popular estaría "lleno de cargos electos, corruptos, y no ha dimitido nadie", como dijo.

Santamaría también ha hurgado en la coalición Junts pel Sí. "Me han preguntado lo mismo. Como corresponde a dos partidos coaligados, por coordinación o competición, aunque ustedes compiten más. Mire, la ley se cumple, es una democracia. No sé si le gusta que le tomen el pelo para hacer cumplir las leyes que usted hace", ha dicho. "En España el referéndum de autodeterminación no se celebrará", ha cerrado, recibiendo el apoyo del senador del Partido Popular Xavier García-Albiol.

En los pasillos del Senado, la vicepresidenta ha rebajado el tono más agresivo y se ha indignado afirmando que es "una falta de respeto" que en otoño entre en funcionamiento la Hacienda catalana. "¡La gente quiere pagar sus deudas!", se ha quejado ante los periodistas.