El secretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, ha acusado sin matices a Podemos de obstaculizar el cambio de gobierno en España y ha advertido que las elecciones les pasarán factura. “Los que bloquearon el reloj del cambio, lo pagarán en las urnas”, ha dicho en su primer acto como candidato oficial del PSOE en las elecciones generales del 26-J. Ha sido en Mérida donde participaba en el Día de la Rosa del PSOE.

En un discurso construido sobre el esquema bipartidista, “eso va de Pedro o Rajoy. Del cambio o el inmovilismo”, Sánchez ha cargado duramente contra el partido de Pablo Iglesias. Esta dureza se enmarca en un clima plenamente de precampaña de unas elecciones en las que Pedro Sánchez también se juega su futuro político.

Candidato sin primarias

Con la renuncia de Susana Díaz a disputarle la candidatura a las generales, ya se daba por hecho que ninguna otra candidatura metería al partido en unas primarias. Hoy ya se ha confirmado que es así. El equipo de Pedro Sánchez ha presentado esta semana 36.021 avales que ya han sido verificados, superando los 9.462 necesarios para avalar una candidatura. El comité federal del partido ratificará al candidato el próximo fin de semana.

Número dos...

Sánchez, sin embargo, tendrá que reconfigurar las primeras posiciones de la lista. Su número dos, Meritxell Batet, será la cabeza de lista por Barcelona. Tampoco repetirá la número 4 por Madrid, Irene Lozano (repescada de UPyD como golpe de efecto de Sánchez). 

Barómetro

La dureza de Sánchez contra Podemos se apunta como una constante en los próximos meses. Y más si, finalmente, se confirma la coalición Podemos-IU. Según el último barómetro del CIS, el PP seguiría siendo la fuerza más votada y la coalición Podemos-IU desplazaría a los socialistas a la tercera posición. El acuerdo será un gran reclamo para el votante de centro-izquierda y le pondrá las cosas muy complicadas a los socialistas.

Alberto Garzón en el consejo político d'IU, este sábado

Pacte Podemos- IU

La coalición entre el partido de Pablo Iglesias y el de Alberto Garzón se da por hecho pero la liturgia es la que es. Las dos formaciones tienen que consensuar las listas, es decir, el peso que cada formación tendrá en la coalición. "No negociamos una confluencia, sino que nos echamos una mano. La alianza sirve para desempatar", ha dicho el podemita Iñigo Errejón que también ha señalado que el orden en las listas no será un escollo en las negociaciones.

Las próximas horas serán decisivas en la negociación. El punto de conflicto pivota sobre el concepto "posición de salida". IU pide colocar entre 8 y 12 nombres en "posiciones de salida". La última oferta de Podemos, avanzada por Pablo Echenique, son 9 diputados y 5 senadores. Sobre las negociaciones planea el resultado de las elecciones del 20-D donde Izquierda Unida recibió 922.500 votos con los que consiguió dos diputados y Podemos y las confluencias 5.189.000 votos que se tradujeron en 69 escaños.