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El tiempo apremia y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, debe elegir con "quien se casa" en el altar de investidura. El término fue empleado por el líder de ERC, Joan Tardà –pese a que él no se postula sin referéndum–. El juego de seducción se iniciaba durante la mañana, cuando el candidato de IU, Alberto Garzón, ha enviado una carta a Podemos, Compromís y el PSOE, para celebrar una reunión "a cuatro" y trabajar por un pacto de izquierdas. Para los primeros es una idea "magnífica", pero en Ferraz "lo deben estudiar" aún, según ha explicado Garzón.

El líder de los morados, Pablo Iglesias, cree que es una oferta "sensata". No lo ha dicho, pero también es una jugada maestra. Las encuestas empiezan a augurar un retroceso electoral de los morados y Iglesias no tiene asegurado que en unas elecciones generales hipotéticas se reediten algunas confluencias –como la de Compromís–. Su veto a C's se mantiene, así como su voluntad de encontrarse con primero con Sánchez antes que con los negociadores socialistas. Pero con su gesto, Garzón le da la oportunidad de desdecirse de todo, sin demasiados costes políticos.

"Pasear juntos"

El cabeza de lista de Podemos cada vez está más por Sánchez, asegurando que si tienen que pactar "lo normal es que nos vieran paseando juntos". Lo ha dicho, ante la risa de los periodistas, que comentaban "parece una historia de amor". Aunque no le "contesta el Whatsapp", como dice Iglesias, en Ferraz podrían dejar la puerta abierta a los plurinacionales, seducidos por el cuarteto de izquierdas. Precisamente, ayer los negociadores socialistas no aceptaron directamente el redactado con el que C's quiere blindar la unidad de España.

"Este texto proviene de un documento del PSOE", decía José Manuel Villegas (C's), "por tanto, no debería rechazarse", explicaba. Por su parte, Antonio Hernando, el portavoz socialista, lo afirmaba con la boca pequeña. Ahora bien, el acuerdo que parecen haber avanzado con los naranjas "sólo le garantizaría la abstención", como ha recordado hoy el podemista. Es decir, que el PSOE tendría 90 diputados, más 40 abstenciones y un mayor número de votos en contra. Por tanto, "el único acuerdo con el que hace números es la coalición de izquierdas", decía Iglesias.

Sí quiero (quizás)

Pero si el impedimento es una abstención, hoy lo ha resuelto el candidato de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez. Los naranjas no suelen votar "sí" en ningún Gobierno de los autonómicos que han favorecido, sino que se abstienen. Ni en Madrid, ni en Andalucía. Pero Gutiérrez no ha descartado que votasen "sí", si es que el acuerdo entre PSOE y C's era "total". "En política, nada es inamovible", ha dicho. Es decir, que si no hay puntos de desacuerdo esenciales para ninguno de los dos, Sánchez podría postularse ya con 130 escaños favorables entre PSOE y C 's.

Por las palabras socialistas, el acuerdo podría estar adelantado. En todo caso, se sabrá hacia el lunes, como dijo ayer Villegas. Ahora bien, Garzón ha asegurado que no se sentía "cómodo" con Ciudadanos, aumentando así la presión sobre el PSOE con su rechazo "al PP y las derechas".

Terceras personas

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha viajado hoy a Bruselas con Pedro Sánchez para asistir al Consejo Europeo donde se debate la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El viaje no ha sido idílico. Rajoy habría dicho a David Cameron que la investidura fracasaría en segunda votación y que habría elecciones en junio. Pero desde Madrid, los populares se esforzaban en seducir al PSOE. Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP, no tendría "ningún problema" en dar una vicepresidencia a C's y PSOE, si ayudan al Gobierno popular.

Ahora el anillo está en el bolsillo de Sánchez, quien deberá decidir si deja en el altar el acuerdo con C's, y responde la carta de Garzón para hacer una unión con "las izquierdas". Eso, si los barones se lo permiten, ya que el texto del comité federal es explícito en cuanto a rechazar referéndums.