El diario belga Knack, uno de los más populares en Flandes, ha publicado un artículo del editor flamenco Christophe Bostyn, que afirma que el presidente español, Pedro Sánchez, no contará con el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, para la hipotética solución del conflicto entre Catalunya y el Estado, y explica que al líder del PSOE le preocupa que quiere llegar al 2023 sin muchos "arañazos catalanes".

El artículo afirma que con lo que ha pasado en Cerdeña con la detención y posterior puesta en libertad de Puigdemont, con un enfrentamiento entre la Abogacía del Estado español y los jueces de la Audiencia Nacional, complica "el nudo legal que se está produciendo en Europa". "Uno de los principales argumentos para la retirada de la inmunidad a Puigdemont fue la garantía española de que se había suspendido la orden europea de arresto contra Puigdemont", recuerda, cuándo ahora la Justicia española lo cuestiona, mientras que la Abogacía del Estado no.

Bostyn cita en este sentido a uno de los abogados belgas de Puigdemont: "España se comprometió ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) [a no hacer euroórdenes]. Y o bien Italia cometió un error [deteniendo a Puigdemont], o bien España engañó al TJUE", recuerda que dijo. No hay término medio.

"¿De qué va el diálogo? Nadie lo sabe"

 

El artículo añade que todo ello ha estallado en medio de la mesa de diálogo, ante la que se muestra muy escéptico, no sólo porque únicamente participa en ella la mitad del Govern, sino porque duda de la voluntad real de Sánchez. "Está por ver si el Gobierno de Sánchez se refiere de forma seria a este diálogo. Por una parte, el Govern catalán quiere un referéndum sobre la independencia. Por otra parte, quiere una ley de amnistía general para todos los perseguidos -unos 3.000 activistas- por la organización del referéndum declarado inconstitucional y las protestas que iban asociadas. Pedro Sánchez, sin embargo, ha afirmado de forma reiterada que los dos puntos son innegociables. ¿De qué tendría que ser este diálogo? Nadie lo sabe", señala.

Según Bostyn, los partidos independentistas no saben tampoco como conseguir la independencia. A su entender, ERC ha decidido apostar "por el statu quo" con una "desescalada" con Sánchez, con el argumento de que si no gobierna el PSOE y Podemos, lo harán el PP y Vox. Cita en este sentido declaraciones del líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Con respecto a Junts afirma que ahora es quien defiende más la independencia, y que considera que no tiene ningún sentido negociar ahora porque no se conseguirá nada.

Todo eso tendrá una cita en las urnas con las elecciones municipales del 2023. "Para los partidos catalanes, las elecciones municipales son especialmente vitales. ERC quiere establecerse como el nuevo gran partido catalán, y el partido de Puigdemont tendrá que demostrar que mantiene su arraigo local. ¿Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez? Sobre todo quiere llegar al 2023 sin muchos arañazos. Por eso no cuenta con Carles Puigdemont", insiste.

En la fotografía principal, el presidente español, Pedro Sánchez | EFE