Pedro Sánchez ha empezado el nuevo año como lo acabó: postergando la próxima reunión de la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat. Estos últimos días se ha vuelto a insistir desde Palau, pero desde La Moncloa siguen sin poner fecha. Si hace dos semanas el presidente del Gobierno hablaba de "unas semanas", hoy se ha vuelto a escudar en la sexta ola de coronavirus para mantenerla en stand by. En cualquier caso, ha reiterado su apuesta por el diálogo con Catalunya y también ha insistido en que ellos no están ni por la amnistía ni por la autodeterminación que reclama la delegación catalana.

En una entrevista este lunes por la mañana en la SER, el presidente del Gobierno ha vuelto a justificar que "la ciudadanía está anteponiendo cómo gestionaremos la emergencia de la ómicron, cuándo llegaremos al pico o cómo garantizaremos la seguridad de los niños en la vuelta al colegio". Dicho esto, el dirigente socialista ha recordado cómo su ejecutivo "ha mostrado su predisposición a que se celebre" y como a él mismo se le pidió que fuera en septiembre a Barcelona y acudió. "Tendrá lugar, se celebrará, pero ahora las instituciones estamos en algo más urgente". Así, ha dejado la fecha en manos de los "equipos" y ha garantizado que habrá "más de una reunión a lo largo del año".

Más allá de la fecha, Pedro Sánchez ha constatado como ve que "los dirigentes nacionalistas siguen en sus máximas" (amnistía y autodeterminación), y que en este terreno no se puede producir "ningún acuerdo ni avance". De la misma manera, ha insistido en un mensaje ya habitual: ha pedido al Govern de la Generalitat que, de la misma manera que pide una mesa de diálogo con el Estado, "haga lo propio con la sociedad catalana". Ha asegurado que "hay una parte importante que no comulga con las tesis independentistas" y que también "exigen ser escuchados".

 

Reforma laboral, sin cambios

Con respecto a la reforma laboral, que tendrá que debatir y convalidar el Congreso de los Diputados, el dirigente socialista se ha centrado en interpelar al PP, recordándoles el "sentido de Estado que han demostrado los agentes sociales", tanto los sindicatos como la patronal. Ha defendido que es un acuerdo "bueno para el país, para las empresas y para los trabajadores". El mismo mensaje ha dirigido a socios como ERC, el PNV o EH Bildu, que consideran insuficiente la nueva regulación. Sánchez ha subrayado como el actual decreto ley contempla puntos acordados por los grupos parlamentarios en la anterior legislatura, que ya contaban con un "acuerdo previo".

Ha evitado polemizar con la mayoría de la investidura y el presidente español ha dirigido sus dardos contra el PP y en última instancia la extrema derecha de Vox, a los que ha acusado reiteradamente de hacer una "oposición negacionista". El secretario general del PSOE ha denunciado que España tiene una "oposición negacionista que niega lo más evidente, que es la legitimidad parlamentaria de este gobierno". Por eso les ha instado a abandonar esta posición y situar por delante "el interés general" de los españoles. De hecho, él mismo ha admitido que "es evidente que no es la reforma laboral que el Gobierno habría hecho", pero que todas las partes han cedido.

"Lamenta" las declaraciones de Garzón

Se le ha preguntado de forma reiterada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la situación de las macrogranjas. En varias ocasiones, el presidente del Gobierno ha "lamentado" estas palabras, porque el sector cárnico español produce "carne de extraordinaria calidad" y que las valoraciones en The Guardian "no se compadecen con la realidad ni con lo que está haciendo el gobierno con el sector primario". Ha evitado hablar de destituciones, ni revelar el contenido de sus conversaciones privadas con Garzón, pero ha concluido de la misma manera: "Insisto, lamento esta polémica".

Más allá de este episodio, Sánchez ha defendido la buena valoración que tiene de todos los ministros, "con sus aciertos y errores", a pesar de preferiría "menos decibelios". Y lo mismo con la vicepresidenta Yolanda Díaz, con quien ha destacado que tiene "muy buena relación". Ha deseado a su ministra de Trabajo que "salgan fortalecidos" con su liderazgo y consiga unir todo el espacio a la izquierda del PSOE.