Una de dieciséis. Es el balance de la asistencia de Pedro Sánchez en las sesiones de control del Senado. Los martes por la tarde son una fecha señalada en la cámara alta: cada semana que hay pleno, se celebra la sesión de control al Gobierno, en la que los senadores formulan preguntas orales a los miembros del Consejo de Ministros. Es lo mismo que ocurre en el Congreso los miércoles por la mañana. Desde que el PP decidió erigir el Senado en el principal polo de oposición al ejecutivo, se celebran tres plenos al mes, pero Sánchez continúa viviendo ajeno a ello. El presidente español ha confirmado que el próximo martes no podrá asistir en el pleno porque estará de viaje en China y, de esta forma, sumará siete meses sin acudir. La última vez fue un lejano 12 de marzo, una fecha que, de hecho, fue el único día de toda la legislatura que Sánchez ha asistido al Senado.

De las quince ausencias de Sánchez, en nueve ocasiones el presidente español no tenía nada en la agenda oficial que le impidiera asistir al pleno. En los otros seis casos, en la agenda de la Moncloa sí figuraba alguna cita en la que asistía como jefe del Gobierno. Una de las últimas veces, por ejemplo, fue el 11 de junio, cuando estaba de viaje en Jordania para participar en la Conferencia Internacional sobre la respuesta humanitaria de emergencia para Gaza. En cambio, entre el 9 de abril y el 4 de junio no tenía nada programado.

Otros ejemplos. El 12 de diciembre Pedro Sánchez recibió en la Moncloa al Rey de Jordania, el 6 de febrero se reunió con familiares de rehenes israelíes secuestrados por Hamás en Gaza y el 20 de febrero mantuvo un encuentro con familiares de ciudadanos palestinos. Todo eran citas entre las cuatro y las cuatro y media de la tarde. La agenda internacional también le ha imposibilitado asistir al Senado: el 5 de marzo inició un viaje oficial a Brasil y Chile, el 2 de abril viajó a Jordania y el 17 de junio participó en la Reunión Informal de líderes de la Unión Europea en Bruselas.

La última sesión de control en el Senado: el 12 de marzo, antes de la primera carta y antes de la disolución del Parlament

La última sesión de control en la que participó Pedro Sánchez fue el 12 de marzo. En aquella ocasión, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, le pidió que explicara “qué estabilidad política ofrece su ejecutivo”. De hecho, su intervención empezó con un dardo al líder socialista: “Bienvenido al Senado, lleva diez meses sin venir”. La anterior ocasión había sido el 16 de mayo de 2023, en el último cara a cara en la cámara alta entre él y Alberto Núñez Feijóo. Dos semanas después, Sánchez disolvió las Cortes Generales y convocó elecciones para el 23 de julio. En el pasado 12 de marzo, Sánchez también tuvo que responder “cómo piensa cumplir los compromisos adquiridos con Catalunya” y si va a “garantizar un sistema ferroviario ajustado a las necesidades de Galicia”. La primera pregunta se la formuló la portavoz de ERC en el Senado, Sara Bailac, y la segunda, la senadora del BNG Carme da Silva.

En su intervención, Alicia García acusó a Sánchez de “vender la nación por siete votos” con la ley de amnistía y de estar al corriente del caso Koldo, asegurando que “todo lo sabía y todo lo tapó”. En el turno de ERC, Sara Bailac reclamó una financiación “singular y específica” para Catalunya, mientras que la réplica del presidente español fue que el nuevo sistema de financiación autonómica requiere una “respuesta” que “debe ser multilateral” porque las distintas autonomías “tienen sus propias realidades”.

¿Y... cuál era el contexto político del 12 de marzo? Aquel marte fue, curiosamente, el día de antes que los Comunes tumbaran los presupuestos del Govern y, posteriormente, Pere Aragonès decidiera convocar elecciones para el 12 de mayo. Dos días más tarde el Congreso aprobaría la ley de amnistía y la remitiría al Senado para continuar su tramitación parlamentaria. Además, todavía faltaba un mes y medio para que Pedro Sánchez publicara la carta en la que anunciaba cinco días de reflexión para plantearse su futuro en la Moncloa después de que el juez Juan Carlos Peinado abriera diligencias contra Begoña GómezHan pasado siete meses y Pedro Sánchez todavía no ha vuelto al Senado.