Pedro Sánchez ha asegurado este martes, después de haber amenazado durante cinco días con que podría dimitir, que tiene suficientes ánimos para agotar los tres años de legislatura española y presentarse otra vez en unas futuras elecciones para seguir siendo durante más tiempo el presidente del Gobierno. De esta manera, ha cortado de cuajo el debate sobre su sucesión al frente del PSOE, después de que durante estos cinco días de paro se pusiera de manifiesto que el partido daba un salto al vacío si su líder caía. El líder socialista también se ha reconocido como víctima de lawfare, pero no por la apertura de diligencias a su esposa, Begoña Gómez, sino por “haber sido espiado por la policía patriótica”. Ha vuelto a omitir al independentismo como víctima de la guerra judicial y ha vuelto a evitar concretar cómo pretende abordar el proceso de “regeneración democrática” que este lunes se comprometió a impulsar.

 

Pedro Sánchez ha sido preguntado en una entrevista en la cadena SER si hay que abordar su proceso de sucesión al frente de su partido. “El proyecto del PSOE va más allá de mi persona”, se ha limitado a señalar el actual líder de la formación, aparte de lamentar que su partido ha sido también víctima de “una campaña infame”. Sea como sea, ha aseverado que durante sus cinco días de reflexión —en los que ha “dormido poco y comido menos”— ha decidido “asumir el compromiso de liderar la protección de la democracia”. “Y eso no es una tarea que se haga en tres días, tres meses y tres años,” ha dicho Sánchez, que es precisamente el tiempo que todavía queda de legislatura. Tal como ha asegurado el líder socialista, está “con ánimos de tres años más y de lo que decidan los españoles con su voto”.

Ninguna medida concreta para la “regeneración democrática”

Por otra parte, Pedro Sánchez ha vuelto a evitar poner encima de la mesa ninguna medida concreta para abordar la “regeneración democrática” que prometió impulsar este lunes, cuando anunció que decidía seguir ejerciendo como presidente del Gobierno. Se ha limitado a defender que hace falta más “transparencia” para saber “quién financia” los “pseudomedios” que publican informaciones para desgastar políticos discordantes con su línea editorial. A opinión suya, en esta “reforma” de la calidad democrática del Estado español, tendrían que participar actores provenientes de varios sectores. Ha denominado los medios de comunicación, el Congreso de los Diputados y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Preguntado por si este diálogo con el resto de grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados podría permitir desbloquear la renovación del CGPJ, tampoco ha acabado de ser claro. “La democracia y el parlamento necesitará articular mecanismos para sacarnos de esta situación”, ha manifestado. Pedro Sánchez, pues, no ha concretado si una de las soluciones podría pasar por evitar que para renovar la cúpula del poder judicial sean necesarios tres quintos de la cámara española (motivo por el que ahora mismo es necesario un acuerdo entre PSOE y PP). “Lo que digo es que es una responsabilidad del gobierno renovar el CGPJ”, se ha limitado a señalar.

Víctima de lawfare

Por otra parte, preguntado por si el presidente del Gobierno ha sido víctima de lawfare cuando un juez ha decidido investigar a su esposa, Sánchez ha esquivado la cuestión. Ha respondido que sí, que sí que ha sido víctima, pero se ha referido al espionaje que sufrió ahora hace una década por parte de las cloacas del Estado. Hay que recordar que el lawfare es el ataque a un oponente a través del poder judicial; no el uso de las cloacas del Estado. Preguntado por si sigue creyendo en la justicia española, ha respondido que sí. “Y también en los medios de comunicación, no en los pseudomedios”, ha concluido.