Mensajes confusos por parte de ambos interlocutores, tras una reunión de hora y veinte minutos que había generado la máxima expectación para avanzar en la línea del desbloqueo político en el Estado. Pedro Sánchez ha dicho 'no' a su rival y ha dejado en el aire si se presentará a la investidura, en caso de que el primero fracase. Mariano Rajoy tampoco ha terminado de ratificar si a finales de julio o principios de agosto dará el paso adelante para someterse a la sesión en el Congreso. Él quiere gobernar, pero no tiene los apoyos y Ciudadanos sólo le garantiza la abstención. Las posiciones continúan enrocadas y la ingobernabilidad no acaba de encontrar su punto de fuga en el horizonte político español.

Sánchez le ha trasladado la posición aprobada en el comité federal, donde se ratificó el 'no'. Esta parece una postura de presente que deja la puerta abierta a escenarios futuros. "A día de hoy, el PP no cuenta con ningún apoyo. A día de hoy, el PSOE se reafirma en su voto en contra del señor Rajoy. Él sabe que no puede contar con el PSOE ni para un gobierno de gran coalición, ni para un acuerdo de legislatura". La decisión de C's este miércoles de abstenerse en la segunda vuelta ha tensado la cuerda y llevaría al inminente fracaso del popular. El socialista ha lanzado un mensaje de confianza a los ciudadanos y ha afirmado que "hará todo lo posible para que haya gobierno y no terceras elecciones". "Estaremos siempre al lado de las soluciones", ha dicho, preguntado por si tomaría el relevo a su rival. Es decir, que Sánchez deja en el aire si se presentaría a la investidura en caso de que Rajoy fracasara.

El PSOE no quiere ser el primero en dar el salto adelante y asegura que "es el tiempo de Rajoy". "La democracia tiene sus plazos", ha insistido Pedro Sánchez. En este camino hasta la mayoría absoluta en la primera vuelta, o incluso la simple, Ferraz no quiere ser tenido en cuenta para un sí, pero son ambiguos en cuanto a una abstención futura también para un pacto de PP y C 's, si suman 169 votos afirmativos. Esta posición había sido sugerida por algunos barones como el extremeño Guillermo Fernández Vara, quien habló de unas "abstenciones mínimas" para dejarles pasar. "De los 137 escaños a los 176, que no cuente con el PSOE. Nosotros somos la alternativa al PP", ha cerrado en redondo.

Los socialistas denuncian los peligros para la autonomía de su partido, ante la presión social que detectan para que se abstengan. Piden al PP que busquen "entre sus afines, donde no está el PSOE" del arco parlamentario, en alusión a las "fuerzas conservadoras" Ciudadanos, el PNV y CDC. Pero para que estos cedan, el secretario general ha aconsejado a Rajoy una revisión de las políticas que quiere aprobar y ya implementó en los últimos cuatro años. "Que lea bien los resultados. La mayoría de estas fuerzas se presentaron con un programa de cambio", ha reiterado el socialista, quien ha emplazado a su oponente a sumar. "Estamos preocupados. Dieciséis días después de las elecciones, el señor Rajoy no tiene ni un escaño más. Hay que ponerse a trabajar de verdad", le ha recordado.

La reunión ha sido "cordial" en palabras del socialista, si bien éste ha defendido sus posiciones ante el presidente interino. Le ha indicado que la "cuestión catalana" era una prioridad y que había que impulsar una ponencia de reforma de la Constitución en la próxima legislatura. Por el lado de las cuentas públicas, Sánchez ha vuelto a exhibir preocupación. "Rajoy hizo unos presupuestos electoralistas incumpliendo todas las previsiones de déficit público. También ha mentido al conjunto de españoles, porque ya ha anunciado la subida del impuesto de sociedades", ha denunciado. El único elemento en el que se han puesto de acuerdo es en darse la mano, al menos esta vez sí.