El exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha renunciado a su acta de diputado pocas horas antes de que Mariano Rajoy sea investido presidente por el Congreso gracias a la abstención de los socialistas. Tras muchos días reflexionando, Sánchez ha preferido irse antes que votar no y desobedecer el mandato del comité federal del 23 de octubre. Así las cosas, ha insinuado que se podría presentar para liderar el partido y también ha lanzado un dardo a la gestora, exigiendo que convoque primarias y que no expulse a nadie que vote no a Rajoy esta tarde.

"Estoy en profundo desacuerdo con facilitar el gobierno de Mariano Rajoy. Mantengo mi no firme y claro. Si me abstengo, sería traicionar a mi palabra y quebrar la confianza que me han dado las bases", ha afirmado el socialista en la declaración sin preguntas que ha hecho en el Parlamento. Todo ello viene motivado porque Sánchez se había reunido este viernes con afines, como la diputada Margarita Robles y Susana Sumelzo, entre otros, que le advertían de que perdería la legitimidad para el futuro, si desacataba al comité.

Precisamente, el socialista ha hecho una alusión directa y clara a la gestora, con Javier Fernández al frente, sobre las sanciones que podrían caer a los díscolos que mantengan el no. "Pido que no echen a nadie, en el PSOE no sobra ni falta ningún militante", ha contado. Como ya adelantó El Nacional, Fernández había mantenido conversaciones con Miquel Iceta, en las que le advertía sobre expulsar al PSC de los órganos de dirección del PSOE o del grupo parlamentario tras la ratificación del no a Rajoy en el consell nacional.

El profundo malestar hacia la gestora se ha hecho evidente en varias alusiones de su intervención. Primero, ha criticado la forma como esta habría negado la libertad de conciencia de voto, comprendida en la Constitución, buscando en todo momento una abstención total y no "técnica" –de 11 diputados–. Segundo, la ha retado a convocar un congreso, con "día y hora", el lunes que viene. "El mandato de la gestora expira hoy, tras hacer presidente a Rajoy", ha dicho, mientras algunas voces acusan al poder provisional de "cronificarse" y "amenazar "a los díscolos.

Sobre qué hará a partir de ahora, todo apunta a que podría presentarse a las primarias para secretario general. "Continuaré en el PSOE, como un militante más. Cogeré mi coche y recorreré España para visitar todos sus rincones y recuperar a un PSOE que, con o sin carné, todo el mundo sienta suyo", ha afirmado. De hecho, Sánchez siempre ha confiado en que el golpe de los críticos le legitimaría. "No hay mejor manera de coser el PSOE que uniendo las voces de la militancia en el próximo congreso del partido", ha reiterado.

Es entonces cuando el socialista ha estallado en lágrimas de emoción por haber liderado "el no es no" y verse obligado a marchar ante su pesadilla, Rajoy presidente. "Creo que es la salida más honrosa, durante semanas he defendido los valores del socialismo", se lamentó. "Hay que entender lo doloroso que ha sido tomar esta decisión", decía mientras se disculpaba por los errores cometidos. Así se marchaba el diputado Sánchez y nacía el líder de la facción que aspira a hacer frente a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en un futuro cercano.