El partido socialista ha adelantado un día su acto para el 8-M, que ha coincidido justamente con la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que ha prohibido cualquier manifestación o concentración en la capital de esta comunidad autónoma.

El pasado jueves se dio a conocer que el delegado de Gobierno en Madrid, el socialista José Manuel Franco, prohibía las manifestaciones para este 8-M para preservar el derecho de la salud pública. En el caso de esta ciudad estaba previsto que se celebraran concentraciones en varios barrios que se tenían que iniciar el viernes en un acto ante el Centro de Internamiento por Extranjeros (CIE) en Aluche y tenía que culminar mañana en una movilización distribuida en cinco puntos céntricos de la ciudad. Con eso, se quería descentralizar el 8-M para evitar grandes aglomeraciones. Por eso, la decisión de Franco ha comportado que se presentaran hasta nueve recursos ante el TSJM, entre los cuales se incluyen los de los sindicatos de la UGT y CCOO, así como otras organizaciones como el Movimiento Feminista de Madrid o la Comisión de 8-M. De momento, la justicia ha resuelto a favor del delegado del Gobierno en tres de ellos, mientras que esta tarde tiene que deliberar sobre los otros seis.

La Comisión 8M, que desde 1977 organiza las convocatorias de marchas y huelgas relacionadas con el Día Internacional de la Mujer a la comunidad madrileña, define como "una quimera" el marco de colisión entre el derecho de reunión y el derecho a la salud pública. "No hay que escoger entre derechos. Son las autoridades las que tienen que garantizar que los derechos no se vulneran", ha expresado en un comunicado. Además, mujeres de este movimiento este domingo han desafiado a la justicia y han salido a la calle para reclamar "la esencialidad del feminismo" ante el actual contexto "de emergencia social" desencadenado por la pandemia de la Covid.

Precisamente, la no autorización de estas protestas ha desencadenado una nueva pugna entre los dos socios del gobierno de coalición, PSOE y Unidas Podemos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha criticado esta semana que con esta decisión se pretende "criminalizar" el movimiento feminista. En cambio, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha destacado que la suspensión de estas manifestaciones es "no agravar más" la situación sanitaria de la comunidad que té "una de las peores cifras de la pandemia". Con todo, Madrid registra de los mejores datos de los últimos meses. En el pico de la tercera oleada llegó a registrar una incidencia acumulada 994,79 por cada 100.000 habitantes en catorce días, mientras que ahora tiene 253,11 casos.

Sánchez arremete contra la extrema derecha

En medio de todo este contexto, precisamente el día que el TSJM tiene que resolver sobre si dictamina a favor o en contra de los otros recursos, el partido socialista ha avanzado para hoy el acto feminista que tenía previsto para mañana, en el cual Sánchez ha cargado contra la extrema derecha que ha considerado que es "el principal adversario" del feminismo. "La ultraderecha ha declarado la guerra al feminismo. Se lo diremos muy claro: olviden-de retrocesos. ¡No podrán con las mujeres! Avanzaremos, protegiendo lo que se ha conseguido. Y seguiremos conquistando nuevos derechos. No pararemos hasta conseguir la completa igualdad", ha señalado Sánchez en su discurso en el acto Feminismo con memoria, que ha realizado al PSOE en Madrid.

También ha asegurado que "lo primero que hace la ultraderecha cuando levanta la cabeza es atacar los derechos de las mujeres". Por eso, ha querido remarcar la labor de las mujeres socialistas para avanzar en la "conquista de derechos" a la vez que ha indicado que el feminismo es "la causa común. Es defender a una sociedad sin exclusión un progreso que no sea depredador".

Desde su punto de vista, existe una tendencia marcada por el "tradicionalismo" y el "conservadurismo" que intenta "revertir las conquistas e imponer una agenda retrógrada y denigrante". Ante esta situación, se ha comprometido en que la formación a la cual representa seguirá trabajando para proteger los derechos que se han alcanzado hasta ahora, así como avanzar en nuevos.

Montero acusa a Ayuso de desprestigiar el feminismo

A pesar de las diferencias que existen entre Unidas Podemos y el PSOE sobre si se tienen que autorizar o no las manifestaciones del 8-M, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha coincidido con Sánchez a la hora de criticar la ultraderecha, que ha asegurado que es el principal enemigo del feminismo. También ha argumentado que existe una campaña de la derecha para desprestigiar el movimiento a la vez que ha acusado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de ser una de sus máximas representantes. Según Montero existe "una operación política de derechas para situar en la diana las mujeres y el feminismo", ha indicado este domingo en un acto feminista organizado por los comunes y Unides Podem.

En este sentido, también ha indicado que con el avance de los discursos de la extrema derecha "vienen meses muy duros, si no se hace nada para evitarlo". Por eso, ha valorado que se tienen que hacer políticas públicas feministas. "Corremos el riesgo de un retroceso efectivo de décadas en el acceso de los derechos de las mujeres", ha defendido Montero.

Sobre este hecho, también se ha pronunciado sobre esta cuestión la eurodiputada de Unidas Podemos, Sara Riego. "Estamos ante una ofensiva obscena que ataca el movimiento feminista liderado por la extrema derecha o que opera de manera calcada en cualquier punto del planeta".

En este acto, que también ha participado la alcaldesa de la Barcelona, Ada Colau, que ha querido de poner de patente los ataques que reciben desde estos sectores de la derecha políticas como Montero. "Desde esta doble condición, de nuestro origen, mujeres que hemos conocido la precariedad en primera persona... recibimos más presión y exigencia. Y eso es lo que pasa con Montero, que sufre un acoso inmoral para|por quien es y lo que representa," ha manifestado Colau.

El poder del feminismo

Para Montero el feminismo tiene una "potencia creadora" que ha servido para poner "sobre la mesa las preguntas y las alternativas a un modelo injusto que tenemos que cambiar". En este sentido, ha dicho que la fuerza del movimiento feminista no se analiza en las calles, en referencia al hecho de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) haya ratificado la petición de Franco de prohibir las manifestaciones del 8-M que estaban previstas para hoy y mañana.

"Los que mañana pretendan medir la fuerza del movimiento feminista por lo llenas que estén las calles, se equivocan. Mañana, la fuerza del movimiento feminista se va a ver por la propuesta de transformación social que hace para nuestra sociedad", ha indicado la representante de la cartera de Igualdad.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido que todos los días son 8-M. "Cada día el feminismo se abre paso con la fuerza de las mujeres. Estamos trabajando desde el Gobierno para que todas las mujeres vivan sin discriminaciones, violencias ni precariedades," ha apuntado Díaz.

Ayuso, a favor de la prohibición de las manifestaciones

Por su parte, la presidenta Ayuso se ha mostrado a favor de la suspensión de las manifestaciones vinculadas al 8-M. En este contexto, ha asegurado que Franco es "consecuente" y "responsable" con la situación actual marcada por la Covid. "Lo que está haciendo en estos momentos es cumplir la ley", ha defendido.

Paradójicamente, sin embargo, a pesar de mostrarse contraria con la movilización de personas durante las protestas del 8-M, se niega a cerrar perimetralmente la comunidad autónoma durante la festividad de Semana Santa para que los madrileños puedan viajar fuera de este territorio. En este sentido, el pasado jueves todas las autonomías cerraron filas para prohibir la movilidad durante esta festividad, una decisión que chocó con la oposición de Madrid. En este sentido, Ayuso este domingo ha pedido al Ejecutivo español que tenga en cuenta "las especificidades" de la comunidad a la cual representa y permita "seguir abiertos".

Este no es el primer año que las manifestaciones del 8-M generan disputas, ya que el año pasado el PP, VOX y Cs acusaron al Gobierno de propiciar que se expandiera la pandemia de la Covid porque autorizó su celebración. De hecho, seis días después decretó el confinamiento.

Por este motivo, Franco fue juzgado por un presunto delito de prevaricación administrativa. Aunque la Fiscalía retiró los cargos, tuvo que comparecer ante la justicia el 11 de junio del 2020 porque la acusación popular, formada por la asociación Unión de Oficiales de la Guardia Civil, así como la Asociación de Consumidores y Usuarios José María Mena, sacó el caso adelante. Durante su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Franco remarcó que él participó en la manifestación del 8-M con su hija porque no vio ningún riesgo. Al día siguiente de la declaración, la magistrada del caso archivó la querella.