El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistirá este miércoles a la sesión de control en el Congreso para someterse a las preguntas de los parlamentarios, en medio de la tormenta del caso Cerdán. Así lo ha comunicado el presidente a los grupos parlamentarios a través de un escrito en la mesa, después de que se ha aplazado la conferencia de la ONU que se tenía que celebrar la próxima semana en Nueva York y en la que tenía previsto ir. La sesión estará centrada en la crisis abierta en el PSOE y en el Gobierno después de que el jueves pasado se destapó el contenido del informe de la Unidad Central Operativa (OCU) de la Guardia Civil en el marco de la investigación judicial de una presunta trama de corrupción vinculada a la adjudicación irregular de contratos públicos y el cobro de comisiones ilegales en torno al Ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos. El documento señala directamente a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, como presunto encargado de gestionar y coordinar los pagos de comisiones ilícitas, en colaboración con Ábalos y su exasesor Koldo García, a cambio de adjudicaciones de obras públicas. El informe incluye ocho audios de conversaciones grabadas por Koldo García que han sido desencriptadas por la UCO y en las que quedan al descubierto las prácticas y tejemanejes de la trama corrupta.
Feijóo, Abascal y Rufián preguntarán
Fuentes parlamentarias han confirmado a EFE la presencia de Sánchez en la sesión de control del pleno después de que el Gobierno se haya puesto en contacto con los grupos para informarlos del cambio y para que aquellos que tengan cuota puedan presentar este lunes las preguntas dirigidas al cabo del Ejecutivo. El cambio de agenda dará pie a un último cara a cara entre Sánchez y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en este periodo de sesiones y, según las fuentes consultadas, también podrían preguntar al presidente del Gobierno Vox y ERC, por lo que se tendrá que someter las cuestiones que le planteen Santiago Abascal y Gabriel Rufián. Fuentes socialistas destacan que Sánchez "no se esconderá y quiere dar la cara", como ya hizo el jueves cuando compareció en rueda de prensa en la sede del partido de la calle Ferraz para pedir perdón a los ciudadanos y anunciar una auditoría de las cuentas del partido y una reestructuración de la ejecutiva federal.
Primera reunión de la ejecutiva del PSOE
Este lunes, precisamente, se reunirá la ejecutiva del PSOE por primera vez desde la dimisión de Cerdán -que este lunes tiene que entregar su acta de diputado- como secretario de organización del partido, y se espera que Sánchez anuncie los pasos a seguir a partir de ahora para recuperar la credibilidad y la confianza de la ciudadanía. Según EFE, Sánchez se marchó el viernes en la finca de Quintos de Mora, en Toledo, una residencia que pertenece al Organismo Autónomo Parques Nacionales y en la cual en otras ocasiones ha reunido con su gabinete para reflexionar y preparar la legislatura. En esta ocasión se fue solo y volvió el sábado. Sánchez medita y sopesa nuevas medidas para atajar una crisis que ha sacudido al partido, consciente de que tanto sus socios como muchos socialistas creen que no es suficiente con lo que propuso el jueves. Una crisis que todo el mundo, incluso los medios más afines, creen que amenaza su supervivencia.
El PNV pide más contundencia de Sánchez
En cualquier caso, recalcan las fuentes consultadas, sigue sin plantarse la posibilidad de un adelanto electoral y circunscribe el sucedido al ámbito del partido, donde quiere centrar los cambios. Sánchez, pero está pendiente de hablar con varios socios y aliados. Dos de ellos, ERC y BNG, han pedido, ya que comparezca en el pleno del Congreso para dar explicaciones, Podemos ha planteado crear una comisión de investigación, Junts ha avisado de que quiere reunirse con él en los próximos días y PNV le ha pedido más contundencia. En este sentido, la portavoz del partido vasco en el Congreso, Maribel Vaquero, ha asegurado que el presidente tiene que ser "muchísimo más categórico" y "más contundente en las explicaciones" sobre la presunta implicación en casos de corrupción de Santos Cerdán "si quiere seguir ganándose un mínimo de confianza". "Es verdad que valoramos positivamente que Sánchez haya salido, que lo haya hecho con rapidez y haya pedido perdón, pero eso no es suficiente. Y ellos mismos lo saben".
Montero se siente "traicionada, dolida e indignada"
Mientras tanto, los miembros socialistas del gobierno cerrando filas y dando apoyo público a Sánchez y este domingo ha sido la vicepresidenta primera María Jesús Montero quien ha salido para defender gestión del presidente desde que estalló la crisis y ha hecho valer que Sánchez ha hecho "algo inédito en política: pedir perdón por los nombramientos que traicionaron la confianza del presidente". Montero ha insistido en que "hemos pedido perdón, lo ha hecho el presidente en primera persona", recordando que "Santos Cerdán ni siquiera está imputado y hemos actuado con contundencia". La ministra de Hacienda ha resaltado que Sánchez "ha dado las explicaciones correspondientes" y, en un acto del partido en la localidad sevillana de Écija, ha reconocido que se siente "profundamente traicionada, dolida, indignada" con Santos Cerdán, del cual llegó a poner "la mano en el fuego" por su honestidad. La vicepresidenta primera del Gobierno también ha insistido en el hecho de que el gobierno no conocía el contenido del informe de la UCO, que "otros tenían previamente" cuando era secreto de sumario, y se ha cuestionado "por qué el PP preguntaba por este informe", antes de considerar "si lo conocían, de dónde lo conocían". Montero ha recordado que "el PP persigue lo que denuncia la corrupción", en alusión a quien fue presidente de este partido, Pablo Casado, de la cual ha recordado que "afecta a la presidenta de la Comunidad de Madrid".