El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha aterrizado este sábado en la reunión del Cercle de Economia de Sitges sobre un confortable almohadón en que la entidad que encarna la élite económica barcelonesa, el llamado Upper Diagonal, ha evitado ni siquiera incomodarlo pidiéndole respuestas sobre el pulso político que vive Catalunya. El presidente no ha hecho ni una referencia explícita a la situación catalana durante su intervención y el responsable del Cercle, Juan José Bruguera, no le ha planteado ninguna pregunta al respecto, lo cual ha provocado malestar entre los representantes del mundo económico y empresarial presentes en la sala del hotel donde se celebran la reunión anual.

Precisamente, la de Sánchez era la intervención más esperada en las jornadas, después que durante dos días la situación política catalana había centrado los titulares de los debates.

El jueves, en la sesión inaugural, el president, Quim Torra, llamó a los empresarios a implicarse en defensa de la democracia ante la represión del Estado y a favor de un referéndum. Al día siguiente, el presidente de Foment, Josep Sànchez Llibre, reclamó el Govern que abandonara la vía unilateralidad para favorecer una salida al conflicto, mientras que el vicepresident Pere Aragonès instó al ejecutivo español a recuperar la mesa de diálogo que se planteó el diciembre pasado en la cumbre de Pedralbes.

Al presentar la intervención de Sánchez, Bruguera ha apuntado la preocupación en torno a la situación en Catalunya y ha instado al presidente español a apostar por el diálogo y el acuerdo para evitar que el conflicto se enquiste. No obstante, Sánchez ha ignorado la preocupación de los empresarios. El presidente no ha hecho ninguna referencia a la reivindicación catalana, más allá de alguna advertencia velada en el sentido que no se puede levantar muros y fronteras" en una "democracia consolida" y "ejemplar" como la española.

La decepción ha sido evidente y los asistentes, que confiaban en que Sánchez aprovechara el final de un larguísimo periodo electoral para plantear propuestas y recoger la mano tendida el día anterior por el Govern, han respondido a la intervención con aplausos puramente protocolarios.

Pero lo que ha acabado por desbordar la perplejidad de la sala ha sido que tampoco el presidente del Cercle le ha planteado ninguna cuestión sobre Catalunya en el turno de preguntas. Ni ha preguntado directamente ni ha recogido ninguna pregunta del público en este sentido.

El malestar se ha hecho patente en los pasillos de las jornadas. Algunos de los asistentes aseguraban que sí había preguntas sobre Catalunya y han reprochado que el Cercle las había "filtrado". "Las preguntas estaban pactadas", lamentaba un empresario, mientras un destacado representante del mundo económico catalán tildaba de "cobarde" la actitud del Cercle.

A la llegada, habían recibido a Sánchez en la puerta del hotel de las jornadas al presidente del Cercle y la ministra Nadia Calviño. Dentro del hotel, la plana mayor del PSC, con Miquel Iceta al frente y el presidente José Montilla y el exvicepresidente Narcís Serra entre otros. También el consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, y el delegado del Estado al Consorcio de la Zona Franca, Pere Navarro.

Entre los asistentes, representantes de los grupos mediáticos barceloneses Godó y Zeta, con el nuevo editor al frente, Javier Moll. Pero también el que será el próximo presidente del Cercle, Javier Faus, y Carles Tusquets, uno de los grandes derrotados en las recientes elecciones en la Cambra de Barcelona, además del presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.

Desde la primera fila, seguían la intervención el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, el director general de La Caixa, Jaume Giró, el consejero delegado de Caixa Banc, Gonzalo Gortázar, entre otros.

Cuando ha entrado en la sala donde tenía que pronunciar la conferencia, el presidente español se ha dirigido a saludar al presidente de Foment, en un gesto claro después que el día anterior había emplazado al gobierno a renunciar a la vía unilateral. No obstante, la centrada que le había preparado el responsable de la patronal catalana se ha quedado sin rematar por parte del líder socialista.

Al acabar la intervención, Sánchez se ha marchado acompañado de la misma acogedora nube en que había entrado. Y sin dar ninguna explicación sobre la respuesta que piensa dar a Catalunya.