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Para los socialistas no ha terminado la campaña electoral. Hoy Pedro Sánchez ha hecho una visita relámpago a Barcelona para valorar los resultados de las elecciones, con los que se ha declarado satisfecho. Con sus 16 diputados, el PSC perdió 4 escaños respecto a 2012, pero logró salvar los muebles al igualar las encuestas más optimistas.

A la vista de estos resultados, Sánchez se ha mostrado dispuesto a estar muy presente en Catalunya, donde sabe que se juega mucho para ganar en el Congreso.

El primer gesto en esta línea ha sido esta semana, en la que ha anunciado que una catalana, Meritxell Batet, será la número dos en la lista de Madrid. Batet y Carme Chacón, que encabeza por tercera vez consecutiva la lista por Barcelona en las generales, son sus cartas para convencer al electorado de que su apuesta por solucionar el conflicto de encaje entre Catalunya y España la próxima legislatura.

Tensión

Con unos resultados el 27-S mejores de lo que pronosticaban, los socialistas no se detienen: no quieren que la tensión de la campaña disminuya y optan por "pasar a la ofensiva", como ha anunciado Miquel Iceta.

La prioridad es apuntalar el voto fiel como lo han hecho estas elecciones al Parlament, contando con dos premisas: el patrimonio socialista del voto útil para echar a Rajoy y que no se puede estar siempre en racha, aludiendo a Ciudadanos.

"Podemos también parecía que lo tenían todo a favor y mira qué resultados han tenido", aseguran fuentes próximas a la cúpula del PSOE. Estas mismas fuentes destacan que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón no conocen bien Catalunya y Ciudadanos sí, de aquí los resultados del 27-S. "En las elecciones españolas puede pasar al revés, ya que Ciudadanos tiene unas estructuras de partido menos desarrolladas en el Estado y eso les ha sobrepasado". En cambio encuentran que Podemos están mucho más arraigados en el territorio, con el éxito de las candidaturas de confluencia de izquierdas.

Rivera se ve vencedor

El análisis de los socialistas contrasta con un Albert Rivera que se ve vencedor de las elecciones generales. Hoy ha aprovechado su eslogan de campaña "Imposible es sólo una opinión" y los resultados en el Parlament para mostrarse convencido de que Ciudadanos puede aspirar a algo más que a ser un partido muleta de un gobierno del PP o del PSOE, a los que ha dicho que podrían dar apoyo por responsabilidad política.

En cualquier caso, ha negado que su formación tenga intención de entrar en ningún Gobierno que no esté encabezado por Ciudadanos, aunque en su formación hay quien ve con buenos ojos que Rivera pactara cargos que permitieran abrir paso a una reforma institucional y a reformas económicas.

Puntos en común con C's

De hecho, el discurso de hoy de Pedro Sánchez en la sede del PSC ha sido mucho más próximo al de Ciudadanos que al de Podemos.

En su diagnóstico de la situación en Catalunya, el secretario general del PSOE ha atribuido el aumento del independentismo a lo que ha llamado "disfunciones del Estado", y se ha mostrado partidario de clarificar las competencias del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Ciudadanos lleva esta clarificación a su programa para el 27-S esperando que, después de la reforma constitucional que lo tiene que permitir, se dé definitivamente carpetazo al modelo de Estado español.

Por otro lado, para luchar en el flanco de Podemos, el PSOE ya ha empezado una campaña en la que se ha planteado hacer "propuestas realistas", según dicen fuentes socialistas, en contraposición con las de Pablo Iglesias "que en Grecia fracasaron".