El conseller Josep Rull ha pasado por quirófano por una operación ya programada desde hacía tiempo. Ahora, tendrá que estar bajo observación en un hospital durante unos días. Este es el motivo por el cual no ha ingresado todavía en la prisión de Lledoners, como el resto de sus compañeros. Todos, excepto Rull, volvieron ayer martes.

Precisamente, el conseller escribió ayer en Twitter, después de que el juez de vigilancia penitenciaria tumbara el tercer grado a los presos políticos catalanes: "No nos arrepentiremos de tener unas ideas legítimas y nobles defendidas pacíficamente. Y no nos rendiremos nunca. Nunca. Porque la esperanza es más poderosa que el miedo". También fue muy activo al denunciar como el PSOE, junto con Ciudadanos y Vox, sacaron adelante el suplicatorio contra los eurodiputados Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín: "Si España fuera percibida como una 'democracia llena' y con plenas garantías judiciales habría sido inimaginable este 42% de los eurodiputados que no han dado apoyo al suplicatorio. Porque queda claro que aquí no se persiguen unos hechos ilícitos, sino unas ideas legítimas".

El juez de vigilancia penitenciaria número 5 de Catalunya ha retirado de nuevo el tercer grado a los presos políticos que cumplen condena en la prisión de Lledoners. De esta manera, Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart vuelven a ingresar en la prisión. "La progresión acordada en la resolución impugnada se tiene que entender como precipitada", dice la resolución judicial. El juez estima todos los argumentos de la Fiscalía en un relato que gira en torno al hecho de que los presos políticos no reconocen el delito. "No entrevé en ellos un mínimo de asunción de responsabilidad penal en el sentido de haber roto normas básicas de convivencia", dice en este sentido.

Según el juez, "no se puede acoger la asunción de hechos y responsabilidades que realiza el interno, de acuerdo con lo que se infiere de los informes de la Junta que soportan la resolución". El magistrado hace el relato de la posición de los presos con respecto a su situación y concluye que ninguno de ellos asume el delito penal: "Todos los hechos que se asumen aparecen contextualizados, minimizados o justificados y la responsabilidad a la cual hacen referencia está referida a una responsabilidad de tipo político (en función de su cargo) o moral (en función de sus convicciones) pero no entrevé en ellos un mínimo de asunción de responsabilidad penal".

Bassa: "Estoy enfadada"

La decisión no afecta, de momento, a Carme Forcadell y a Dolors Bassa, que dependen de otro juez: el juez de vigilancia penitenciaria 1 de Catalunya. Este todavía no se ha pronunciado. En declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya, Bassa ha vuelto a lamentar la situación: "Estoy enfadada con rabia e impotencia, es inverosímil que digan que por las ideas la gente tenga que estar encarcelada, es un sufrimiento y juegan con los sentimientos de la gente".

Y ha añadido: "No tendría sentido que el juez de vigilancia hace seis meses nos aprobara el tercer grado y ahora no lo aprobara. No las tenemos todas, pero tenemos la esperanza de que se resuelva favorablemente".