Desde delante el emblemático edificio de la ONU en Ginebra, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien hace casi un año que está exiliada en esta ciudad, ha anunciado el inicio de una gira internacional de los diputados republicanos para denunciar la situación de represión.

Rovira ha hecho estas declaraciones en el marco de la reunión que los diputados en el Parlament por este partido están llevando a cabo este viernes en Ginebra. Se han desplazado allí para reunirse con Rovria prácticamente todos los diputados del grupo y también Toni Comín, que está exiliado en Bélgica desde finales del 2017.

Concretamente, la número dos de ERC ha explicado que los representantes del partido en la cámara catalana viajarán al exterior para trasladar, como "embajadores", a parlamentarios de otros países la situación de represión que viven los independentistas y su voluntad de encontrar una "salida política" al conflicto con el Estado.

Sin dar muchos más detalles, Rovira ha explicado que uno de los primeros pasos que darán será recuperar el contacto con parlamentarios de otros países que ya hubieran "trabajado" con ellos con el fin de "hacer una red de gente que censura la represión".

Observadores al juicio

La nueva estrategia de los republicanos, sin embargo, no acaba aquí. Su número dos también ha explicado que invitarán al Tribunal Supremo observadores internacionales para seguir el juicio contra el 1-O. Un juicio, que Rovira ha vuelto a calificar de se "contra la democracia" y de querer "sentenciar un espacio político radicalmente democrático".

Esta es la primera vez que el conjunto de los diputados republicanos se reúnen personalmente con la número dos del partido, y lo hacen sólo cuatro días antes de que empiece el juicio al proceso, en el que se juzgará a pesos pesados del partido como su presidente, Oriol Junqueras, y el exconseller Raül Romeva, los dos diputados en esta legislatura; así como la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, y la exconsellera Dolors Bassa.