Un acuerdo firme y global. Esta es la exigencia de ERC para las negociaciones con Junts per Catalunya de cara a una posible investidura. La secretaria general del partido, Marta Rovira, lo ha dejado muy claro en su intervención de este sábado antes de la celebración del Consejo Nacional. "No necesitamos ni queremos acuerdos a medias", ha rechazado.

Rovira ha puesto sobre la mesa las cuestiones que los republicanos quieren tener cerradas antes de anunciar ningún acuerdo: un debate de investidura, una investidura efectiva, el reconocimiento de la legitimidad del presidente Carles Puigdemont en Bruselas, un plan de legislatura y un acuerdo de gobierno. Para la diputada, todo esto es imprescindible para poder "gobernar el país y avanzar". Por eso, ha exigido a JxCat abrirse a conseguir un acuerdo "público y transparente", no un acuerdo "de despachos".

La republicana ha aprovechado para poner el "rigor" del vicepresidente Oriol Junqueras -encarcelado hoy hace 100 días- como ejemplo de camino a seguir en las negociaciones y en el futuro gobierno. Después de tantas exigencias hacia los de Puigdemont, Rovira ha asegurado que por su parte garantizan "perseverancia y lucidez" para llegar a cerrar el acuerdo. No ha concretado del todo cuando podría estar cerrado este pacto, pero sí que ha hablado de los "próximos días".

Frenar el 155

Rovira ha marcado como principal objetivo levantar la aplicación del artículo 155 ya que no se plantean "ningún otro escenario" que no sea acabar la intervención de las instituciones catalanas. Si esta no se detiene pronto, su afectación podría ir en aumento y el gobierno español podría intervenir la escuela catalana o los medios públicos, ha alertado.

Delante de eso, ha pedido "más inteligencia colectiva y más unidad que nunca" para plantar cara a las adversidades. También ha pedido hacerlo "sin paternalismos y con transparencia" de cara a la ciudadanía.

El llamamiento de Rovira a la unidad llega pocas horas después de que el grupo parlamentario de JxCat registrara una propuesta para modificar la ley de Presidencia e investir a su candidato, Carles Puigdemont, a distancia. La propuesta la registraron en solitario, ya que no se llegó a ningún acuerdo con ERC. Los republicanos consideraban que sería impugnada de forma inmediata ante el Tribunal Constitucional (TC) y abriría un nuevo contencioso con el Estado.