El conseller de Exteriores, Raül Romeva, ha reprochado al ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, la intervención que ayer protagonizó en Roma y el Vaticano, y ha indicado que demuestra que actúa sólo como ministro de una parte del Estado y que existe una "falta de voluntad política para encontrar un marco de diálogo" que permita abordar el debate que plantea Catalunya.

"Lo que en estos momentos es sorprendente es que haya una voluntad constante de negar la realidad", ha reprochado Romeva, que ha asegurado que el Govern se mantiene "tranquilo y confiado en que si sigue haciendo las cosas bien esto [en referencia al procés] es inevitable".

El conseller ha insistido en que la acción exterior del Govern "no es contra nadie, es a favor de que Catalunya pueda ser un actor con voz propia y pueda participar en los debates globales". "Nuestra voluntad de diálogo con quien sea y con todos los actores que en algún momento dado tendrán que tomar una decisión, es patente e inquebrantable", ha asegurado.

Margallo se reunió ayer con el secretario vaticano de Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, con quien abordó el procés catalán y la situación política en España, así como con el ministro de Exteriores Italiano, Paolo Gentiloni. A los dos les entregó una carta explicando las razones del Estado español para posicionarse contra el proceso independentista.

No obstante, Romeva ha insinuado que podría haber más motivaciones tras la reunión. "En estos contactos no acaba de saberse del todo lo que se ha tratado", ha asegurado, para añadir que a menudo lo que se desconoce es "la cuestión más importante".

Nuevas delegaciones

Precisamente hoy, el conseller ha anunciado la aprobación en el Consell Executiu de los decretos de creación de cuatro nuevas delegaciones en el Exterior. En concreto en Copenhague, que tendrá que dar cobertura a los cinco estados del Consejo Nórdico –Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia-; Varsovia, para el ámbito de Polonia y Países Bálticos; Zagreb, para la zona de los Balcanes; y Ginebra, que se tendrá que encargar de las relaciones con los organismos internacionales presentes en esta ciudad suiza.

Romeva ha situado la creación de estas delegaciones en el marco de las 10 que quiere impulsar el Govern durante esta legislatura, aunque ha admitido que la ejecución está condicionada a la disposición del presupuesto que tiene que negociar el ejecutivo con la CUP.