El conseller de Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència, Raül Romeva, ha declarado en una entrevista que publica el diario argentino Clarín que "tarde o temprano nos tendremos que sentar y negociar", en referencia a la relación entre Catalunya y España y el curso que sigue el proceso independentista. "Es como una separación; aunque una de las dos partes no lo quiera, se tiene que hablar con la pareja y hacer números", ha valorado. A pesar de las negativas constantes del gobierno español, Romeva considera que el Govern tiene la obligación de salir adelante, y asegura que en julio del 2017 Catalunya decidirá. Preguntado sobre cómo se puede plantear la independencia con una negativa tan contundente del gobierno español, Raül Romeva ha indicado que puede hacer por una vía "acordada y pacífica". "Si puede ser de manera pactada con el Estado, perfecto. Si no puede hacerse de esta manera, lo haremos igual", explica.

Sobre los ciudadanos que no están a favor de que Catalunya sea un Estado independiente, Romeva cree que es porque "consideran que España es una unidad". "Es muy respetable y se tiene que aceptar. Algunos creen que la separación generará problemas. Yo creo exactamente al contrario", ha apuntado poniendo énfasis en la necesidad de superar los miedos con unos argumentos basados en el "debate político".

En la entrevista, el conseller sí que ha mencionado puntos de acuerdo que podrían abrir una vía de negociación. "Si se establece una salida pactada se puede negociar todo", dice, recordando que Catalunya aporta el 16% de la población, el 25% de las exportaciones y, lo más importante, representa el 20% del PIB. "Cuando hablamos de negociar, hablamos, por ejemplo, de negociar la deuda espanyola", apunta. "Y en un marco negociado se negocia el reparto de esta enorme deuda, y las economías española y catalana están absolutamente relacionadas; a las dos les conviene que la otra no salga perjudicada", subraya.

Con respecto a las reacciones que recibe cuando viaja al extranjero, Romeva señala que la primera reacción es el "de incomprensión" por el no diálogo del gobierno español. "La reacción de Europa y el resto del mundo es que hay un problema y que el gobierno español ni tan sólo lo quiere reconocer", asegura. Romeva cree que su función "es explicar que tenemos una voluntad de resolver la cuestión por la vía democrática y por la vía pacífica".

La entrevista en el rotativo pone el punto y final al viaje institucional que el conseller ha hecho a Argentina, que inició el miércoles.