Los acuerdos a que llegaron Partido Popular y Ciudadanos para alcanzar la investidura de Mariano Rajoy podrían saltar por los aires, y la causa de todo sería la muerte, el miércoles, de Rita Barberá. Así se desprende de la propuesta que ha hecho el portavoz del PP, Rafael Hernando, de abrir una "profunda reflexión" sobre la manera de actuar con los políticos investigados, una sugerencia que no ha gustado nada a Ciudadanos, que ya ha dicho que cualquier cambio en los acuerdos entre los dos partidos en materia de anticorrupción tendría consecuencias políticas.

La caja de los truenos la ha abierto Hernando, que en plena maniobra de constricción por haber apartado a Barberá del PP, ha invitado al resto de grupos a "darle una vuelta" a la actuación sobre los políticos con causas pendientes, llegando a cuestionar que la simple investigación sea suficiente para expulsar a un cargo político, cuando los populares preferirían esperar a la apertura del juicio oral.

Ahora bien, cambiar esta mecánica amenaza directamente la línea de flotación de los acuerdos con Ciudadanos, que han hecho de la lucha contra la corrupción uno de los principales caballos de batalla. Así, la propuesta de Hernando ha sido respuesta casi de inmediato por el vicesecretario general de Ciudadanos, José María Villegas, que ha señalado que su partido no tiene intención de "revisar" su criterio sobre la cuestión, al tiempo que ha advertido que si el PP incumple los acuerdos de investidura en cualquier punto, incluida la cuestión de la corrupción, Ciudadanos dará por roto el pacto, hecho que derivaría en consecuencias políticas.

Discrepancias en el PP

Ahora bien, la propuesta de Hernando no sólo no ha gustado a Ciudadanos, sino que tampoco parece ser del gusto del ministro de Justicia, Rafael Catalá, que hoy mismo y preguntado por la cuestión, ha señalado que estaba "muy conforme" con los acuerdos con C's, en concreto con los referidos a la necesidad de apartar de sus cargos a los políticos imputados en casos de corrupción.

Así las cosas, el posicionamiento de Catalá entra directamente en contradicción con la propuesta de Rafael Hernando, en una situación poco habitual que, además, ha sido provocada directamente por la muerte de Rita Barberá.

El Gobierno de Rajoy lo desmiente

Así las cosas, el Gobierno del presidente Mariano Rajoy desmiente entre bastidores que tengan pensado llevar a cabo alguna acción para paralizar este acuerdo anticorrupción. Según ha podido saber El Nacional a partir de fuentes de la Moncloa, la idea nacía "de una reflexión" pero no de una voluntad real de detenerlo mediante actos concretos.

Por ese motivo, el propio portavoz del ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, ha defendido el pacto, asegurando en la ronda posterior al Consejo de Ministros que a su juicio era necesario "conjugar" presunción de inocencia y persecución de la corrupción. Aun así, esto parece contradictorio con el pacto entre PP y Ciudadanos, donde se establece que la imputación es el paso necesario para separar a un alto cargo político de su plaza. Así también piensan las fuentes gubernamentales consultadas.

Pero no es la primera vez que el PP se descoordina con la Moncloa -por acción o por omisión-. Ya durante los días previos a la investidura de Rajoy, portavoces del PP apuntaron al PSOE que no se conformaban con una abstención, sino que querían acuerdos de gobernabilidad para conseguir que su líder quisiera presentarse a la ceremonia en el Congreso. Más tarde, el presidente español salió para desmentirlo y agradeció el diálogo mantenido con el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández. Esta forma de funcionar responde al llamado "globo sonda".